🌙||•𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼•||🌙

🔱 01 🔱

Los gritos, la gente corriendo, el olor a pólvora, todo la terraza era un completo caos. Ninguno de los invitados sabía que era lo que sucedía, solo deseaban salir del lugar a cualquier forma, el objetivo era seguir vivos.

Los 8 chicos sabían perfectamente que estaba sucediendo, habían sido avisados segundos antes de que todo sucediera. No podían creer que aquel horrible juego que vivieron hace 5 años, estaba sucediendo de nuevo. No sabían que hacer o reaccionar.

— ¡Tenemos que salir de aquí! — Habló mingi, una vez que todos se habían juntado debajo de la mesa del sacerdote que haría la boda.

— ¿qué sucede? — la menor habló. No era posible mirarla, pues san la tenía sumamente protegida entre sus brazos, quien percibía que la niña lloraba y temblaba.

— ¡Tengo una niña! ¿¡Cómo puede hacer esto?! — Grito exaltado San. Wooyoung se posó a su lado, tratando de tranquilizarlo pero él igual estaba alterado y asustado.

— No me importa un carajo la boda o que uno de nosotros sea lastimado. Debemos protegerla ante todo, lo es todo para nosotros. — demandó Wooyoung. Los otros 6 solo pudieron mirarse entre ellos y asentir. Tal vez ninguna otra pareja eran padres pero podían ver claramente los asustados que se estaban por la menor.

Sin decir nada, Mingi sacó un arma de entre su saco. Seonghwa, Yunho y JongHo lo mimaron como un héroe, San y Wooyoung como un loco mientras que Hongjoong y Yeosang lo miraban con asombro y cierto enojo.

— ¿¡Trajiste un arma a mi boda?! — A pesar de todo el desastre que había afuera, Yeosang solo se enfocaba en el arma de Mingi. En cualquier otro momento se hubieran reído ante ese enojo pero ahora, solo lo agradecían.

— Larga historia. Salgamos de aquí. San quédate en medio, así cualquiera podría protegerte con su cuerpo. — Demandó Mingi, asomándose por afuera de la mesa para lograr ver y armar un plan en tan sólo segundos. — Saldremos uno en uno, de manera rápida, y una vez que salgamos todos, nos pondremos en forma de círculo alrededor de San y corremos al despacho de Seonghwa. No esta lejos de aquí y es el lugar más seguro. — ninguno de los 7 se opuso ante la demanda de Mingi. Sabían que el ya había visualizado todos los escenarios posibles.

Tal cual, empezaron a salir. Mingi de primero, siguiéndolo, Seonghwa, Yunho, JongHo, San, Hongjoong, Yeosang y por último Wooyoung. Formando una barrera alrededor de San y la menor.

Los 8 corrieron lo más rápido que pudieron hasta el despacho de Seonghwa, escuchando como los disparos se hicieron más constantes cuando salieron, pero poco a poco se dejaron de escuchar con firme se alejaban de la terraza.

Una vez dentro del lugar, Seonghwa cerró con seguro la puerta al mismo tiempo que Yeosang corría para cerrar la cortina del gran ventanal del lugar.

— Princesa, tranquila, ya estamos a salvo,¿si? No te asustes, papá Woo y los tíos te protegerán ante todo — San le daba palabras tranquilizadoras a  la menor entre sus piernas, pues no dejaba de llorar por el miedo.

— Ya he avisado a los agentes que vengan lo más rápido aquí — comentó Wooyoung, dejando su celular de nuevo en su pantalón para sentarse a lado de San, quien se encontraba sentado en el sofá que tenía Seonghwa para invitados.

— No puedo creer que nos estén haciendo esto de nuevo, ¿no se supone que están en la cárcel? — Habló entre cortado Yeosang, pues había empezado a llorar al ver que el día tan especial había sido arruinado.

— Lo están. Hace poco fui avisado que sus condenas se extendieron por malos comportamientos. — informó Mingi.

— ¿Y como explicas todo esto? — Habló por fin JongHo, quien era abrazado por Yunho. Ninguno había dicho nada pues creyeron que dar más dudas los pondría más nerviosos de lo que ya estaban.

— ¿Y si en realidad nunca murió aquel hombre? — Cuestionó Seonghwa.

— Podría ser una opción, nunca hemos logrado averiguar quién era y tampoco vieron si su suicido fue real — Respondió Mingi.

El sonido de ambulancias y patrullas de empezaban a escucharse más cerca. Se sintieron tranquilos pero se mantuvieron en la sala hasta que los mismo policías tocaran.

Los chicos sabían que el tiroteo era solo un susto, y que las cosas se pondrían peores. Debían tener cuidado y ser más inteligentes. Ya han pasado 5 años, y con ello se habían vuelto más maduros y inteligentes. No permitirán que otra vez sean juguetes. Esta vez acabarían con esto de una vez por todas.