🌙||•𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼•||🌙

❄️ Boda SeongSang ❄️

— No puedo, no puedo, no puedo...

Wooyoung, San y JongHo Solo pudieron suspirar por milésima vez.

Llevaban un poco más de una hora escuchando como Yeosang repetía aquella frase mientras daba vueltas por todo el lugar. Era frustrante verlo de esa forma, pero lo entendían, era la segunda vez que intentarían casarse.

— ¡Me casare en unas horas! — Gritó, corriendo hacia la cama de la habitación del hotel para buscar la caja de zapatos que estaba asentada allí, pero al no fijarse de su camino, cayó al suelo cuando su pantufla se atoró con la alfombra.

— ¡Estoy bien! — Gritó, levantándose enseguida para seguir con su objetivo.

— ¡Dios mío! — Gritó desesperando San, levantándose del pequeño sofá de la habitación para obligar a Yeosang a sentarse en la cama.— Escúchame, todo estará bien, no te preocupes. — Habló con calma, pero en vez de lograr calmarlo, hizo que los ojos contrarios se llenaran de lágrimas mientras hacía un pequeño puchero.

— Tengo miedo.

— Todo está bien, Te lo prometo. — Declaró Wooyoung, tomando asiento a lado de él.

Hoy sería su día especial, el que día que tanto había soñado y esperado por tanto tiempo. Tenía miedo de que se arruinara de nuevo, pero Wooyoung había puesto seguridad alrededor del hotel para prevenir cualquier cosa. ¿Por qué en un hotel? Pues fácil, Seonghwa y él decidieron no hacerlo en la empresa por el pequeño problema de inseguridad que había pasado la otra vez.

— No quiero romper la atmósfera, pero solo nos queda una hora y media, ¡Y no te has ni maquillado! — Gritó jongho.

Los otros tres corrieron a hacer el deber que a cada uno le correspondía. Wooyoung arreglaría el cabello de haruka, mientras San maquillaba a Yeosang, Jongho se encargaría de verificar que todo su conjunto estuviera impecable.

Nada podía salir mal.

¿O si?

El celular de JongHo empezó a vibrar de forma insistente, así que no le quedo de otra que contestar sin ni siquiera mirar el número.

— ¡Jongho!¡No encontramos a Seonghwa! — El gritó de Hongjoong lo dejó sordo por unos segundos, pero fueron lo suficiente para comprender su preocupación.

Yeosang y San lo miraron desde el espejo cuando escucharon que el celular de JongHo había sacado un sonido que podían asegurar que era un grito.

JongHo sintió que su alma había salido de su cuerpo, ¿Qué debía hacer?¿les diría? No, no debía, Yeosang entraría en crisis y empezaría a llorar, no podía soportar verlo de esa forma, asi que solo les sonrió, aún que más que una sonrisa, fue más una mueca, y eso los dejó confundidos.

Solo podía pensar en dos cosas:

Que Yeosang no se entere, y ¿en donde se habia metido Park?

[...]

Seonghwa estaba en apoyado en el ventanal de su oficina. Había decidido tomar unos minutos para él. Necesitaba relajarse y asimilar que hoy por fin tendría a la persona que tanto amaba a su lado por siempre.