𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊

𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨

-Diamante, amor, date prisa o vamos a llegar tarde. – Escuché desde la otra habitación al amor de mi vida.

Eran las dos de la tarde en punto, la boda de mi mejor amigo y cuñado Seiya estaba a punto de celebrarse y mi bella mujer no quería llegar tarde. Éramos los padrinos.

-Ya voy ¿tú ya estás lista? – le pregunté mientras me miraba en el espejo y trataba de acomodar el moño negro que hacía juego con el smoking que vestía.

-Estoy lista hace veinte minutos, vamos mi amor, no quiero llegar tarde, tenemos que estar antes que la novia. – replicó.

Terminé de hacerme el moño y salí al encuentro de mi flamante prometida. Era tan bella, exquisita. Su largo cabello negro enmarcaba su bello rostro de porcelana. Star era la mujer más bella que jamás hubiere visto. Su hermoso cuerpo era delgado pero muy bien proporcionado y tenía unas hermosas piernas largas que me volvían loco.

-Listo, vámonos. – salí de la habitación y la tomé del brazo. Se veía despampanante con ese vestido color turquesa que le quedaba como guante.

La elogié mientras nos dirigíamos a la cochera. Realmente amaba a esa mujer, con ella todo era más fácil, la vida era hermosa al verla con sus ojos. Era la mujer de mi vida y yo era muy feliz.

Subimos al BMW Z4 y nos dirigimos hacía la iglesia que estaba a unos kilómetros de distancia de nuestra casa, cuando de pronto, todo acabó en un abrir y cerrar de ojos.

Mientras manejaba por una intersección, alcance a ver el semáforo que había cambiado a verde y pisé el acelerador. Iba tan concentrado en las palabras dulces que salían de la boca de Star que no logré ver al vehículo que venía en dirección contraria a nosotros. El conductor se había quedado sin frenos y en su maniobra su carro chocó de frente al nuestro.

Todo fue tan rápido, una milésima de segundo, lo único que puedo recordar son los hermosos zafiros de Star mirándome complacida mientras me decía "te amo", luego todo fue oscuridad.