𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊

Capítulo 33

Los tres esperamos la respuesta del Doctor y éste tarda lo que me parecen horas en responder.

- Afortunadamente hemos logrado detener el sangrado, pero aún no pasa el peligro, así que la señora deberá de quedarse aquí al menos dos noches - Respiro ruidosamente, no sé cuándo dejé de respirar.

- ¿Puedo verla? - mi voz se ha quebrado completamente.

- Claro, pase por aquí - Mina toma mi brazo y seguimos al doctor.

Se abre una puerta y escucho unos monitores y a Serenity.

- Diamante... - solloza - amor te necesito.

Mina me guía hasta ella y siento que mi alma vuelve al cuerpo cuando nuestras manos se unen.

- Amor mío, todo estará bien - tengo tanto miedo y quiero sonar valiente pero creo que mis lagrimas y mi tono no ayudan en nada.

- Tengo mucho miedo - ahoga un grito, me acerco y beso su frente.

- Yo también, pero tenemos que ser fuertes.

- Señor Black, debo ser sincero - la voz del médico llama mi atención - La señora estuvo a punto de perder al bebé, esto es muy grave - trago saliva - no sé si el feto resista otra hemorragia. Le estamos haciendo transfusión de sangre y le hemos administrado algunos medicamentos, esperemos que esto ayude. Le recomiendo que cuando la dé de alta, tenga una enferma a su cuidado, para que esté monitoriada diariamente.

- Si, doctor, lo que se necesite - Serenity presiona mi mano y yo trato de reconfortarla.

- Serenity, todo va  estar bien - no sé si creer en mis propias palabras.

- Bien, los dejaré un momento a solas. Señora acompáñeme - ni siquiera recordaba que Mina seguía en la habitación. Por primera vez en su vida se ha mantenido callada.

- Te veo luego Serena - solloza, también está conmocionada.

La puerta se cierra.

- Diamante... - no sabe que decir y la entiendo.

- Tenemos que ser fuertes amor mío - acerco mi frente a la suya - voy a pedirle a Seiya que contrate a la enfermera que pidió el doctor.

- Está bien.

Entra un enferma y me alcanza una silla para poder estar un poco más cómodo.

- ¿Usted se quedará con la señora?

- Sí. No quiero sepárame de ella.

- Bien, traeré una manta para que se cubra por la noche.

- Gracias.

Luego sale y nos quedamos solo nuevamente. Yo trato de repetirle y repetirme que todo estará bien. Unos minutos más tarde Seiya entra en la habitación.

- Serena ¿Cómo te sientes? - se acerca a nosotros.

- Pues...

- Seiya - la interrumpo, sé que no quiere hablar - Por favor ¿podrías contratar a una enfermera para que cuide a Serenity cuando regresemos a casa?

- Claro Diam, ahora mismo me encargo de eso - me da un golpe en la espalda en señal de apoyo.

- ¿Supongo que te vas a quedar aquí verdad?

- Si, ¿podrías por favor traerme un poco de ropa mañana por la mañana?

- Si, pero ¿no quieres que te traiga algo para cenar? la noche será larga Diam, además debes de tomar el medicamento para tus ojos.