𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊

Capítulo 45

Veo al techo absorto en mis pensamientos, mientras el reloj que yace en mi buró cuenta las horas lentamente, los únicos sonidos son el tic tac del reloj y la pesadez de mi respiración.

Comienzo a inundar mi mente de recuerdos, como el día que llegó a esta casa, su olor impregnó la que ahora es nuestra habitación. Su olor a jazmín y su dulce voz me desquiciaron, en ese tiempo me comporté como un tremendo idiota con ella ¡que tonto era! no sabía lo que llegaría a significar para mí. No sabía que la amaría más que a mi propia vida.

Luego, mis pensamientos viajan hasta el día que le hice una escena de celos en el consultorio de Dárien, aquel día en el reconocí que la amaba, que la amaba como un loco, y ella, para mi fortuna, también sentía lo mismo por mí.

Realmente no sé si hay un límite para el amor ¿Se puede amar tanto que la vida se te va, si no estás con la persona amada? No lo sé, pero ahora es así como me siento.

¡Ver a nuestra hija nacer fue la experiencia más maravillosa de mi existencia! Nunca hubiere pensado que así recuperaría la vista, poder ver a Serenity con mi hija en brazos, es la imagen más hermosa que existe en el mundo, digna de pintarse para que perdure por toda la eternidad.

Recuerdo, el día de nuestra boda, lo bella que se veía, lo feliz que estaba, lo feliz que éramos. En ese momento desprendía un aura celestial y yo sentía que frente a mí tenía un ángel, un ángel que había venido a salvarme ¿y ahora dónde está ese ángel para que me saque de nuevo de esta oscuridad?

Frente a todos los invitados, nos tomamos de las manos, nos vimos fijamente a los ojos y juramos amarnos siempre, nuestros votos matrimoniales fueron dictados desde fondo de nuestros corazones:

Estaba nervioso, pero sabía lo que tenía decir: - Yo Diamante, prometo serte fiel eternamente mi amada Serenity... Prometo amarte, en la salud y el enfermedad, en la tristeza y en la alegría, cuando estés molesta conmigo y hasta cuando ya no me ames... - se ríe pero una lágrimas rueda por su mejilla - ... Prometo darte todo cuanto esté a mi alcance para hacerte feliz.

Prometo estar contigo apoyándote y dándote aliento, ser tu roca para que te apoyes en mí cuando sientas que ya no puedas... Prometo enamorarte todos los días, porque tú eres lo más bello que veo al despertar y lo último que quiero seguir viendo al ir a dormir. Prometo... - hago una pausa, los sentimientos me abruman, luego continúo - prometo amarte con mi cuerpo, con mi corazón y con mi alma... Y te juro que cuando mi tiempo acabe en esta vida, volveré en la siguiente, te buscaré y te encontraré, no importa las vidas que me lleve, porque en mi corazón, sé que solo hay una mujer para mí y esa eres tú.

Sé que hay un nudo en su garganta, se limpia levemente las lágrimas que aún resbalan por su bello rostro y luego dice:

- Yo Serenity, prometo amarte en la salud y en la enfermedad, cuando estés triste, cuando estés enojado o cansado, prometo defenderte de la oscuridad, ser tu luz e iluminar tu camino a cada paso que des - ahora soy yo quien se limpia una lágrima que se escapa, esas palabras tienen mucho significado para ambos - prometo serte fiel siempre, porque en mi corazón no hay nadie más que tú ... Prometo amarte y respetarte, caminar a tu lado de la mano y nunca soltarte ... prometo ser todo lo que necesitas, ser tu calma, tu paz y ser tu esposa hasta que la muerte nos separe...

Vuelvo a la realidad y lloro desconsolado, me hago un ovillo en la cama. ¡No puede ser que se haya olvidado de todo! ¡Que no haya creído en mis palabras!

         ——————————

El sol entra por la ventana y me anuncia la llegada de un nuevo día. Me pongo de pie y voy hacia el baño. El reflejo que se muestra en el espejo es el de un hombre más viejo, las ojeras y las bolsas en mis ojos son señal inequívoca de que no he dormido. Mi cabellera que antes se veía luminosa y sedosa ahora se ve opaca y sin vida.