Capítulo 47

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Ha pasado una semana desde que la vi... Una semana desde que la mujer a la que amo, no creyó en mis palabras.

Después de ese día, me enclaustré en mi habitación a piedra y lodo y no quise saber de nada ni de nadie.  Seiya y Zafiro me dieron espacio, saben que es duro por lo que estoy pasando. Cuando los vi ese día al volver, fui muy corto en mi explicación: "La encontré, le expliqué y no me creyó, espero que recapacite".

Mina es la que vive pegada a mi puerta, trata de que coma, pero no tengo apetito. Incluso Healer me pide entrar para revisar mi estado de salud, pero no se lo permito.

Las extraño demasiado. Necesito su luz, las necesito a mi lado.

Zafiro me manda mensajes todos los días y me informa sobre las universidades, los leo pero no respondo, creo que quiere mantenerme ocupado. Me ha dicho también que habló con Harris y éste le confirmó que efectivamente Kaolinite le sugirió que nos presionara con su salida para obtener más remuneración económica ¡Vaya cabrón!, aunque asegura que nada tuvo que ver con el hecho de drogarme... aunque eso ahora me tiene sin cuidado, lo que sí me gustaría saber es ¿Dónde estará ahora la zorra de Kaiolinite?

Creo que Seiya tiene un investigador privado buscándola, aunque no sé si la encuentre.

Estoy dejándome caer nuevamente en la oscuridad y ahora no hay quien venga a salvarme.

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Despierto sobresaltado, Mina toca escandalosamente a mi puerta:

- ¡Diamante! ¡Diamante!

Me cubro la cara con una almohada, no quiero oírla.

- ¡Serena me ha llamado! - grita emocionada al otro lado de la puerta.

¿Qué? Me levanto rápidamente y abro.

- ¿Qué te dijo? - su expresión al verme deja mucho que desear. Debo tener una pinta horrible.

- No mucho, pero dijo que si querías ver a la niña ella no te lo iba a impedir, pero que no quiere verte... - hace una pausa y traga saliva incómoda - puedo ir por ella y traerla para que pases la tarde con ella... - el entusiasmo se fue disminuyendo - creo que eso ya es ganancia ¿no? - dice tratando de animarme.

Asiento con pesar, por lo visto sigue igual, todo ha sido en vano. Al menos podré ver a mi regalito.

- Mina, por favor ¿puedes ir por ella? Quisiera verla - Me duele en el alma, pero creo que tendré que hacerme a la idea de que Serenity ya tomó una decisión.

- ¡Claro! No te preocupes, solo dejo a los niños con Seiya y me voy - se dispone a irse.

- Gracias.

Luego vuelve a mirarme.

- No te des por vencido Diamante, creo que le está costando entender, pero no es tonta, verás que pronto volverá.

No respondo, no puedo, que argumento puedo dar en su favor cuando en lugar de venir a hablar conmigo, llama a Mina. ¡Creo que ya es momento de hacer algo!

Cierro la puerta y voy a darme una ducha, ver a mi hija me pone feliz, al menos mi pequeña estará conmigo unas horas, pero antes de que llegue, debo hablar con Zafiro.

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Una hora más tarde Mina trae a mi hija en brazos y al verme se emociona al igual que yo.

- ¡papá! ¡papá! - agita sus manitas.

- Ven acá mi princesa... - la tomo  y la acurruco en mi pecho. ¡Que sensación tan maravillosa me produce tenerla conmigo!

𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora