𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊

Capítulo 30

Todas las noches, desde hace dos meses le hablo a nuestro bebé antes de dormir, eso y dormir con Serenity en mi brazos es lo único que me hace conciliar el sueño.

Afortunadamente aún nadie se da cuenta del embarazo. Mina un día por poco y lo descubre cuando me escucho decir bebé, tuve que mentirle diciendo que ese era el nuevo apodo de Serenity.

Estoy seguro que este tiempo que hemos mantenido el secreto ha sido muy especial. Sólo Serenity y yo disfrutamos de su embarazo. Ella se la pasa leyendo libros que también me lee a mí, mientras acaricio su vientre. Como no puede salir, nos las pasamos en cama el día entero, en ratos dormimos, en ratos lee, otros tantos platicamos de cómo será cuando nazca y hasta como lo llamaremos, yo quiero que se llame Demian y estoy seguro que será un niño. Ella dice que será niña, aunque todavía no encuentra un nombre que le guste.

Afortunadamente las dos revisiones han salido bien, el ginecólogo, que ahora es quien revisa a Serenity, dice que su embarazo va perfecto. Eso nos tranquiliza un poco, significa que estamos haciendo las cosas bien. Yo trato de cuidarla, adorarla, amarla. Tal vez no pueda hacer mucho por ella, pero trato siempre de consentirla y mimarla.

La terapeuta me felicitó por nuestro bebé y dice que está completamente segura que un día de estos recuperaré la vista. Claro, por arte de magia supongo. Ya no discuto,  no tiene caso, no he perdido la fe, al contrario ahora más que nunca tengo mucha, pero no es en mí, si no en que nuestro bebé pueda nacer sano y sin complicaciones.

-Hermano ¿puedo pasar? - Zafiro anuncia su llegada. Acabo de llagar de mi terapia y estoy en la biblioteca haciendo unos ejercicios, mientas Mina acompaña a mi mujer.

- Pasa.

- Diam quería platicar contigo de la nueva universidad...

- ¿Que novedades hay?

- Todo va extremadamente bien - tose un poco - Elijah y Esmeralda hacen un muy buen equipo.

- Me alegro por la Universidad - digo secamente. Tal parece que esos dos han hecho equipo.

- Pues si, todo va viento en popa y pronto iniciarán las clases. Los maestros que ha conseguido Elijah son muy buenos, así que auguro que todo va salir conforme lo planeado.

- Me da gusto hermano. ¿Ya se lo contaste a Seiya?

- No, apenas he llegado y he querido informarte.

- Bien. Pues Felicidades, este logro es tuyo.

- Gracias. Por cierto ¿Como sigue Serena?

- Mejor, en dos semanas tenemos nueva cita con el gi... doctor - que idiota soy.

- Ah, pues ojalá ya se encuentre mejor de la anemia y pues hacer su vida normal.

- Sí ojalá. - Afortunadamente no se dio cuenta de mi metida de pata.

- ¿Diam? - ahora es Seiya quien toca la puerta.

- Adelante ... - Zafiro responde.

- ¡Ah vaya! Aquí estás tu también - escucho sus pasos y luego cómo se abrazan.

- ¿Que noticias tienes?

- Todo muy bien, le decía a Diam que pronto iniciar las clases en la nueva universidad.

- ¡Que bien! Eso es perfecto, así podemos celebrar que el embarazo de Mina va muy bien, pero además, es que les tenemos una sorpresa.

- ¿Sorpresa? - pregunto.

- Así es, pero no les puedo decir nada o Mina me mata.

- ¿Entonces?

- Que les parece si por la noche cenamos todos juntos y así les damos la sorpresa.

- Perfecto hermano, aquí esteré puntual - responde Zafiro.

- Voy a preguntarle a Serenity que tal se siente para bajar.

- Bien, ojalá que si pueda. Bueno, me voy, en la noche los veo.

-Yo también me voy Zaf, ya hace rato que no veo a mi mujer y quiero saber cómo se siente.

- Bien Diam, te acompaño a arriba.

Salimos de la biblioteca y nos dirigimos a la parte superior de la casa.

Cuando entro en la habitación, escucho que Serenity se está dando una ducha.

- Ya estoy aquí amor mío - camino hacia el baño.

- Diamante... que bueno que llegaste, te extrañaba.

- Yo más... - llego hasta donde está y abro la puerta de la regadera - ¿puedo bañarme contigo?

Se ríe nerviosamente y duda un poco pero al final claudica.

- Bien, pero déjame ayudarte a quitarte la ropa.

- ¿No me digas que te da pena que hagamos esto? Vamos a tener un bebé mi amor... - me rio por su nerviosismo.

- No es eso... no es que no hayamos estado desnudos antes... es sólo que... - hace una pausa y yo recuerdo su trauma y peor aún lo que le hice cuando llego a esta casa.

- Amor... - la busco y detengo lo que está haciendo - si te causa mucho problema que nos tomemos un baño juntos, no te voy a incomodar, eso es lo que menos quiero. Esperare a que acabes - voy a salir del baño cuando me ella me detiene.

- Diamante, espera... - termina de ayudarme a quitarme la ropa mientras continúa - sí, esto me recuerda muchas cosas, pero tú eres una persona diferente, eres a quien amo y con quien voy a tener un hermoso bebé, es normal que hagamos estas cosas...

- Pero quiero que te sientas bien haciéndolo, es algo normal que las parejas hacen, aunque tú y yo no somos como cualquiera - doy un toque de sarcasmo a mi comentario para relajar el momento. Ella se ríe.

- Está bien, ven acá - me jala hacia adentro del baño y me coloca cerca del chorro de agua.

- Ven, que quiero abrazarte - me abraza y recarga su cabeza en mi pecho, yo la envuelvo con mis brazos - Eres maravillosa mi amor, te amo. Gracias por todo.

- Estas muy sentimental... - se ríe - ¿Que le pasó a ese Diamante gruñon?

- Si quiere que vuelva lo hará.

- No gracias - suelta un carcajada que retumba en todo el baño. Escucharla reír es música para mis oídos.

- Sabes amor, ya que estás tan de buen humor, crees que puedas bajar a cenar al comedor, Seiya me comentó que él y Mina tienen una sorpresa - Alcanzo el shampoo y me vierto un poco en la mano, luego, enjuago su cabello.

- Pues me siento bien. Creo que todo este reposo ha servido. Tal vez si bajo con cuidado no haya nada que tener.

- Me parece perfecto. Solo bajamos a cenar y luego volvemos a la habitación ¿Te parece? - La giro para que me de la espalda y lavo su cabello.

- Si... - murmura, le gusta lo que hago - sabes, nunca me había sentido tan querida.

Dejo de lavarla y la abrazo.

- Por mi siempre vas a ser querida, amada y adorada - bajo mis manos a su vientre - Y este bebé también.

Más tarde bajamos al comedor y Mina, Seiya y Zafiro ya están ahí.

Mientras cenamos, Zafiro nos pone al día de las novedades de la universidad. Agradezco que omita el nombre de Elijah y Esmeralda.

- Bueno ¿y cuál era la sorpresa que nos tenían? - comenta Zafiro a la hora del postre.

- Amor diles tú, te encanta dar las sorpresas...- anima a su esposa.

- Primero que nada, quiero decirles que estoy muy feliz de que estemos todos juntos. Que bueno que Serena pudo bajar a acompañarnos.

- Ya me siento un poco mejor, gracias.

- Mina ya diles o les digo yo - Seiya se impacienta.

- ¡Que no! Yo quiero decirles.

- ¡Bueno ya! quien sea pero digan algo - me impaciento.

- Bien pues... !VAMOS A TENER GEMELOS¡