𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊

Capítulo 28

Ha pasado una semana desde aquel horrible día en el que me comporté como un animal.

Serenity y yo estamos mejor, trato de comunicarme más con ella y ella hace lo mismo. Sé que para ella es difícil estar con alguien con mi temperamento, pero me ama y creo que eso puede más que todo lo demás.

Antes no era este hombre, no era inseguro, no era posesivo, pero la ceguera lo ha traído consigo.

La terapeuta dice que voy progresando, no entiendo cómo si yo me siento igual, pero tengo que confiar en ella. Es mi última esperanza.

Estoy comprometido con que mi vista vuelva, lo quiero y lo necesito. Sé que cuando mi vista regrese ya no sentiré este miedo de perder a Serenity. La inseguridad está haciendo mella en mí y no sé cómo controlarla.

Si soy sincero conmigo mismo, las palabras de Esmeralda me calaron hondo. De pronto sentí que mi
mundo se derrumbaba y que todo pasaba frente a mí, solo que yo no lo veía.

La sola idea de que Serenity me engañara me sumergió en sentimientos que no sabía que podían existir. Cuando tenía a Star, las cosas eran muy diferentes, yo era diferente.

Ahora con Serenity tengo todos esos sentimientos pero multiplicados por mil. Es como si estar con ella fuera por fin la manera de encontrar la paz después de una búsqueda por muchas vidas pasadas.

No puedo explicar la conexión que tengo con ella. Si trato de descifrarlo o explicarlo con palabras, simplemente no puedo.

Este amor que siento por ella es tan fuerte, que el infierno que pasé con lo de Star no sería ni la milésima parte de lo que viviría si la pierdo.

Estoy solo en el jardín sumido en mis pensamientos, Serenity ha ido con Mina de compras y Seiya está conmigo en casa.

- ¿Que piensas? - su pregunta me saca de mi ensimismamiento. Se acerca a donde me encuentro sentado.

- En todo y en nada.

- ¡Uy hermano! que filósofo me saliste - se burla - Diamante, quisiera hablar contigo un momento - se pone serio.

- ¿Estamos hablando no?

- Sí, pero hay algo que quisiera comentarte.

- Dime, te escucho - tomo la taza de té que anteriormente estaba bebiendo y le doy un sorbo.

- Ahora que estás con Serena, no sé si sea correcto que sigamos viviendo aquí - duda.

- ¿Quieres irte?

- No, pero no sé si nuestra presencia les moleste, ahora ella es como tú esposa y no queremos importunarla. Mina y yo hemos hablado de eso y creemos que necesitan más espacio.

Suspiro - Seiya, sabes que te quiero como a un hermano ¿no es así?

- Sí y yo igual.

- Bueno, pues considera está casa como tuya también. Sé que al principio fui mi cruel contigo y con Mina y de verdad te pido una disculpa por eso, sabes en el infierno en el que me encontraba y por eso me comportaba así, aunque no es excusa.

- Tranquilo Diamante - me interrumpe - Sé que para ti no fue fácil lo que pasó, para mí tampoco, pero yo tenía a Mina para ayudarme y tú estaba solo.

- Así es. Pero ahora que tengo a Serenity conmigo, mi mundo a cambiado radicalmente.

- Lo sé y de verdad me alegro mucho por ti, incluso por mí y por Mina. Ella esta feliz de tener a su amiga aquí y además tiene alguien con quien más hablar además de conmigo.