𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊

Capítulo 51

Cuando aterrizamos en Tokio, Zafiro ya nos estaba esperando.

- ¡Hermano! - se acerca y me abraza - Ya tengo todo listo.

- Bien, entonces llévanos...

Mira en dirección a Kaolinite, pero no dice nada, ella baja la mirada apenada.
Sin duda Zaf se siente decepcionado, trabajó varios años con la mujer que ahora está frente a él. Siempre tuvo una buena imagen ante sus ojos y el hecho de que se viera involucrada en tan macabro plan, lo consterna, lo sé.

A la salida del aeropuerto ya nos espera una camioneta, subimos todos y el chofer nos lleva a unas villas a los límites de la ciudad.

La casa es pequeña pero ostentosa al mismo tiempo, estamos en una zona residencial, instalamos a Kaolinite y un grupo de seguridad llega a hacerle custodia. Esperamos que con eso baste.

Vamos de regreso a casa y Zafiro me pone al tanto de Esmeralda y Elijah.

- Necesito que nos lleves a dónde está Elijah...

- ¿Estás seguro?

- Sí.

Serenity me mira inquieta.

- Descuida ¡No lo voy a matar!

Zafiro me echa una mirada de desapruebo por mi comentario, pero se ahorra su comentario y le ordena al chofer la nueva dirección a la que debe de dirigirse.

Llegamos a una zona de hoteles, entramos en el estacionamiento de un hotel de mediana clase. Antes de bajar hablo con mi mujer.

- ¡Iremos a verlo, quiero enfrentarlo con la verdad! Le voy a dar una oportunidad de arrepentirse y ayudarme contra Esmeralda... ¿estás de acuerdo?

Asiente y me toma de la mano.

Bajamos del vehículo y subimos por el ascensor. Llegamos al piso que nos indicó Zaf. Caminamos por el pasillo, llegamos a su puerta y toco.

Cuando abre la puerta su expresión de sorpresa es avasalladora. Mi mujer y yo estamos tomados de la mano y su mirada va de uno a otro luego a nuestras manos unidas.

Trata de recomponerse de la sorpresa pero no lo logra.

- ¿Qué hacen aquí? - pregunta luego de aclararse la garganta.

- Venimos en son de paz - hago ápice de todas mis fuerzas para no romperle la cara - ¿podemos pasar?

No responde, pero Serenity interviene.

- Elijah, hay algo importante que tenemos que decirte... - dice seria y él al mirarla asiente.

Entramos, cierra la puerta y nos guía hasta una pequeña salita.

- ¿Y bien? - hace una seña con la mano para que tomemos asiento.

- Seré muy breve... - lo miro directamente a los ojos - te has portado con un reverendo estúpido conmigo y con mi esposa, pero te voy a dar la oportunidad de enmendarte...

- ¿Disculpa? - su cara de estupefacción me causa gracias más que molestia.

- Después de pensarlo y pensarlo, he llegado a la conclusión de que eres un peón en este juego de ajedrez, y ambos sabemos quien es la reina, así que por eso, te doy la oportunidad de que por primer vez en tu vida hagas bien las cosas y juegues a nuestro lado. Esmeralda te ha manipulado desde no sé hace cuanto tiempo, te envolvió de tal manera que creíste todas sus mentiras, como por ejemplo que mi mujer te correspondía o yo que sé...- a cada palabra abre más los ojos sorprendido - Así que te doy esta única oportunidad de que hagas lo correcto.