Capítulo 42

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Estoy hiperventilando, Serenity sigue de pie a la puerta de la casa y mi hija llora asustada. Veo en dirección a Elijah, el muy maldito sonríe.

- Serena... - dirige su mirada hacia ella nuevamente - lamento que hayas tenido que ver esto, créeme que no lo hubiera querido - ¡si claro como no! - yo solo quería saludarte - da dos pasos y yo me planto firme frente a él, detiene su andar, pero sigue sin mirarme - espero que esto no te ocasione algún problema - hace un movimiento con su cabeza en mi dirección - me voy. Ojalá alguna día pueda pasar a saludar y platicar.

Mi sangre hierve pero no me muevo, no digo nada, no quiero liarla más con Serenity.

- Elijah, lamento lo que sucedió, pero por favor, no vuelvas... - volteo en su dirección, nuestras miradas se cruzan, puedo ver preocupación, indignación y hasta cierto punto comprensión. Miro nuevamente en dirección a Elijah y se queda con un palmo de narices.

- Está bien Serena, pero solo quiero que sepas que si necesitas algo, aquí estoy para ti. Siempre lo he estado y siempre lo estaré.

¡Maldito hijo de puta! Mira nada más que venir a decirlo en mi cara. Voy a hablar pero mi esposa interviene.

- Gracias... - respondo escuetamente.

Elijah da la vuelta para marcharse pero Serenity lo vuelve a llamar.

- Elijah sólo una cosa...

La mira, está a la expectativa de lo que diga mi mujer. Veo como la sangre sigue saliendo por la nariz pero no la limpia, debo de admitir que me gustaría que además de la nariz, tuviera un moretón en cada ojo. ¡Ya será para la próxima!

- Dime...

- Nunca más vuelvas ni siquiera sugerir que mi esposo es violento conmigo, jamas lo ha sido y jamás lo será, creo que es una falta de respeto hacia mí decir algo así, no me conoces y no conoces mi vida. Así que te pido por favor, que sea la última vez que haces algún comentario de ese tipo. - ¡Bien! ¡Esa es mi esposa! Inflo el pecho de orgullo, levanto una ceja mientras lo miro, su expresión de suficiencia ha cambiado por una de indignación. Parece que se muerde la lengua por querer responder algo, pero Serenity no le da tiempo, ha entrado de vuelta a la casa.

Elijah retoma su camino, lo sigo con la mirada, se acerca a un auto estacionado a unos dos metros de mi casa.

- ¡Ey Diamante! - me grita antes de subir.

No respondo, lo observo.

- ¡Si por alguna razón la lastimas y ella viene a mí, te aseguro que no la dejaré ir nunca!

Creo que no pude evitar mi cara de sorpresa ¡wow! enserio que tiene problemas muy serios. ¿Por qué mi mujer se iría con él?

Entra en el vehículo y se va, luego yo entro a mi casa, tengo que hablar con Serenity.

- Serenity... - la llamo entrando en la habitación.

- ¿Crees que fue correcto eso que hiciste? - Está parada junto a la cama con los brazos en jarra, molesta por supuesto.

- ¡Sé que no! Pero me sacó de mis casillas - me acerco a ella con paso decidido. Al toro hay que tomarlo por los cuernos.

- ¡Era justo lo que quería y tú caíste en su provocación! - me esquiva y yo comienzo a enojarme otra vez.

- ¿Crees que no lo sé? - levantó la voz. Con su mirada me advierte que baje mi volumen - Esmeralda fue a la universidad, me dijo que Elijah iba a renunciar, que me mandaba decir que si no te cuidaba te perdería... - me jalo el pelo desesperado.

𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora