3 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠...
-Algo tenemos que hacer, no puedo seguir así, ya han pasado tres años ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar para irnos? - Escuché al otro lado de la puerta. Era la voz de Mina, la esposa de Seiya.
-Amor, entiende que no podemos dejarlo solo y también era mi hermana. - replicó Seiya.
-Sí, pero tu llevaste el duelo como todas las personas normales lo hacen. Entiendo que para Diamante fue algo extremadamente doloroso, pero debe entender que no puede seguir así, está deprimido y estar en ese estado no le hace bien. El doctor ya ni siquiera quiere darle el medicamento, dijo que se está haciendo adicto.
Los escucho como discuten al otro lado de la puerta de mi habitación. Se les olvidó que soy ciego no sordo. Que más les da si quiero morirme. Nadie sabe lo que siento, nadie entiende mi dolor ¿es que no pueden dejarme en paz?
Tomo el bastón que ahora parece ser mi mejor amigo, me pongo de pie y me dirijo a tientas hacía donde está la puerta. Me han fastidiado con su lástima y su condescendencia, esta vez me van a oír.
-¡Si se quieren largar háganlo, a mí no me importa! - grito. - ¡Déjenme en paz y váyanse a donde quieran! Ya no los quiero escuchar. Váyanse de mi casa.
Por su olor sé que están parados frente a mí. Puedo imaginar la expresión de sus caras, pero me daría más gusto verlas, lamentablemente hace tres años que no veo así que sólo puedo imaginar.
-Diamante, cálmate por favor, estás muy alterado y puedes decir algo más de lo que te puedes arrepentir. - Seiya como siempre conciliador. Lo único que logra es que mi furia aumente.
-¡No me arrepiento de nada, escúchalo bien!, y lo que dije es verdad, quiero que se vayan de mi casa y me dejen solo, déjenme en paz de una vez por todas. Si me quiero morir es mi problema no el suyo. - Estoy desquiciándome a cada segundo. Doy vuelta sobre mis talones, entro de nuevo en mi habitación y doy un portazo. Mi habitación es mi único refugio, es el único lugar donde no siento tanto dolor.
Me dirijo lentamente hacia el armario guiado por mi mejor amigo. De entre las prendas colgadas tomo una al azar. Parece ser una blusa de satén, suave, debe ser la de color rojo intenso que a Star le encantaba ponerse. La acerco a mi nariz, aún tiene su aroma impregnada en ella. Esto es lo único que a veces calma mi ira, su aroma, es lo único que me queda.
Subo la mano hasta el gancho y la descuelgo, la abrazo y me dirijo con ella de nuevo a la cama. Desafortunadamente, aprendí los pasos para llegar de la cama al baño, de la cama al armario y de regreso, y digo desafortunadamente porque es posible que ya me hubieras tropezado con algún buró y me hubiera golpeado la cabeza y muerto, eso sería más fácil para mí que vivir la vida que vivo, una vida sin ella. Para mi desgracia soy un cobarde que no puede quitarse la vida cortándose las venas o algo por el estilo. Pero por eso prefiero medicarme y dormir. No me gusta escuchar a Zafiro, Seiya y Mina siempre hablando de mí como si no existiera, planeando mi vida como si tuviera retraso mental y no pudiera decidir mi propia vida. ¿Qué no se han dado cuenta que lo que quiero es morir? Si muriera podría estar con ella, bueno, aunque eso a estas alturas parece imposible. Seguro ella está arriba, con los buenos, con los santos, yo iría abajo.
Soy consciente de que no la merecía, ella era sublime, como un ángel, yo no era tan malo, pero ahora me he convertido en un demonio. Me he sumergió en una oscuridad de la que no puedo, ni quiero salir. Mi vida sin ella no es nada, no hay nada más en el mundo que me interese y para colmo ésta ceguera que me consume. Aunque los doctores dicen que mi ceguera se debe a mi depresión y a que mi cerebro ha mandado la orden a mis ojos de no ver, yo no creo eso. Dicen los muy idiotas que no veo porque no quiero ¿Todos son tan estúpidos en pensar que no quiero ver?, bueno, tal vez es verdad, no quiero ver, no hay nada en la vida que me interese, lo único que amaba ver ya no está, esos hermosos ojos zafiro que me veían con amor y que me alegraban la vida.
Estoy en la oscuridad, esa oscuridad que mata lentamente. No solo hay oscuridad en mis ojos, también la hay en mi corazón.

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𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊
Fiksi PenggemarDiamante Black se enfrenta a un infierno, su propio infierno. Cuando pierde en un accidente a su prometida Star, no solo pierde la capacidad de ver, también pierde sus ilusiones y esperanzas. Entra en una oscuridad más allá de su falta de visión, se...