Capítulo 24

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Serenity me ha traído con una terapeuta que dice, es muy buena.?Estamos en su consultorio sentados en un sillón a la espera de que la aludida haga su aparición.

- ¿Cuánto tiempo más estaremos aquí esperando? - estoy impaciente.

- Ya no debe de tardar - apenas termina la frase y se abre la puerta.

- Bueno días, soy la Doctora Meio, disculpen la tardanza - por su voz sé que es un una mujer madura, su tono es duro y el olor que desprende es como a antigüedad.

- No se preocupe, mucho gusto, soy Serena Tsukino y él es Diamante Black - nos presenta, extiendo mi mano y la terapeuta la estrecha. Un saludo fuerte.

- Mucho gusto - por el sonido de sus tacones y su voz, se ha sentado frente a nosotros - Díganme en qué puedo ayudarles.

Serenity le relata todos los acontecimientos médicos hasta el último diagnóstico de Dárien.

- Muy bien. Entiendo, entonces ¿usted es su enfermera?

Antes de que Serenity responda, intervengo - Lo es, pero ahora también es mi mujer - la tomo de la mano y ella parece incómoda con mi respuesta.

- Muy bien. Bueno le voy a pedir a la señorita Tsukino que nos deje un momento a solas.

- Bien - Serenity se pone de pie y me da un beso en los labios, luego sale del consultorio.

La terapeuta se aclara la garganta.

- Señor Black, comencemos por lo más importante. Cuénteme detalladamente que fue lo que sintió al momento justo del accidente y después lo que sintió exactamente al abrir los ojos en el hospital.

- Bueno, pues... - no sé cómo comenzar.

- Tranquilo Señor Diamante, estoy para escucharlo y ayudarlo, tómese su tiempo... - suena comprensiva y me relajo un poco.

- Ese día... -Medito un poco - ha sido el peor de mi vida, de un momento a otro perdí a la que era el amor de mi vida - hago una pausa - sólo fue cuestión de un segundo, momentos antes acababa de ver a Star y cuando giré la vista para enfrente el auto ya se dirigía hacia nosotros. Sentí el impacto completamente de frente, Star no llevaba el cinturón, así que, por el impacto salió disparada hacia afuera. Yo me estrellé contra el volante, recuerdo sentir un golpe fuerte en la cabeza y luego nada. Dicen que pasé dos semanas inconsciente. Cuando desperté, lo primero que hice fue preguntar por ella. Recuerdo la expresión de Zafiro cuando lo hice - una lagrima amenaza con salir - se puso blanco.

- Vamos a hacer una pausa aquí - me interrumpe.

- Al momento de despertar usted podía ver ¿no es así? y ¿en qué momento dejo de hacerlo?

- Cuando vi la expresión de Zafiro - continúo - supe que algo muy malo había pasado, me dijo: Star murió - se hizo un nudo en mi garganta, hace mucho que no era tan especifico con respecto al accidente - ahí me volví loco, desconecte todos los aparatos que tenía conectados al cuerpo y grité, grité tan fuerte que mi garganta se cerró por completo, cerré los ojos con impotencia y me
eché a llorar. Fue un dolor inimaginable, desgarrador. Luego entró un doctor y una enfermera, recuerdo de pronto sentir calma, me habían suministrado algún calmante y yo comencé a perder el sentido. Más tarde cuando desperté y abrí los ojos, no veía nada. Todo fue oscuridad - hago una pausa y la terapeuta me acerca un vaso de agua, lo bebo rápidamente, tengo la garganta seca - Gracias - continúo - Me realizaron diversos estudios, al principio pensaron que el calmante había tenido un efecto secundario, luego culparon al golpe en la cabeza, pero al final, el diagnóstico era que no había nada en absoluto que me impidiera ver, simplemente yo no quería. Me enfurecí con los médicos y al final me resigné.

𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora