Capítulo 31

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Las felicitaciones no se hicieron esperar, todos quedamos sorprendidos y contentos por la noticia, bueno no todos.

Por debajo de la mesa siento a Serenity tomar mi mano y apretarla. De pronto se acerca a mí y dice en mi oído:

- No me siento, bien, quiero subir a descansar - su tono denota tristeza. Entiendo porqué.

- Hermanos, nosotros no retíranos, gracias por la cena y muchas felicidades por sus gemelos.

- Pero ¿porque se van? ¿No te sientes bien Serena? - Mina dejó su júbilo y se escucha preocupada.

- La verdad me siento un poco débil, creo que fue el esfuerzo de bajar - sé que tiene un nudo en la garganta que amenaza con salir.

- Serena... - La pobre de Mina está preocupada por su amiga.

- Diam, será mejor que Serena vaya a recostarse, vengan, los acompaño - Zaf nueve mi silla y luego la de Serenity.

- Gracias, hermano. Seiya, Mina me da mucho gusto que todo vaya bien para ustedes y felicidades otra vez por esos dos bebes. - Soy sincero, nada me da más gusto que ellos sean felices.

- Si Mina, Seiya, felicidades - Serenity rompe en llanto al terminar la frase.

- Pero ¿que tienes? - escucho a Mina acercarse a mi mujer - ¿Porque te pones así? ¿Te sientes muy mal?

- No, solo es debilidad, discúlpenme - trato de buscar su mano pero me ha dejado ahí y ha salido del comedor, sus pasos me lo avisan.

- Serena, espera...

- Diam, creo que será mejor que vayas con ella.

- Si, ya voy.

Reacciono al comentario de Seiya y me encamino hasta la escalera. Zafiro me alcanza ahí.

- Te ayudo - me toma del brazo y me ayuda a subir - Diamante... - duda.

- Dime.

- ¿Todo está bien entre Serena y tú?

- Si ¿Por qué?

- Es que su reacción no es lógica, en lugar de estar feliz por Mina, se pone a llorar... ¿Seguro que solo está mal por la anemia?

Mi hermano es muy inteligente, sospecha algo pero no se atreve a decírmelo.

- Todo está bien Zafiro, no tienes nada de que preocuparte, sólo que Serenity está débil y yo creo se abrumó con la noticia.

- Bien, pero ¿sabes que puedes contar conmigo no?

- Claro.

Llegamos hasta la puerta del dormitorio y Zafiro se despide. Entro y la llamo.

- Amor mío... - Solo escucho que llora.

Camino hasta la cama, ella parece que se hace a un lado, me acomodo con ella y la abrazo.

- Sé porqué lloras - la presiono fuerte contra mi.

- Sé que no es correcto sentirme así, sentir celos, pero los siento y no puedo hacer nada controlarlo - tiene una pelea interna, puedo notarlo.

- Serenity, es lógico que sientas celos, eres un ser humano y sientes. Ellos no saben por lo que tú y yo estamos pasando, pero si lo supiera te entenderían, te lo seguro.

- Es que... - esconde su rostro en mi pecho y llora, llora y llora.

- Desahógate, te hará bien... - trato de reconfortarla.

La dejo llorar por unos minutos, luego, cuando creo que se ha calmado continúa:

- Diamante, soy una mala persona - afirma.

𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora