Capítulo 25

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- ¡Dos semanas Diamante!, han pasado dos semanas y no veo que Esmeralda esté arreglando sus maletas para irse - Serenity grita descontrolada.

- ¿Quieres que la corra? - digo molesto, está es la quinta vez en la semana que discutimos.

- Pues si... - se para frente a mi y su respiración es muy agitada.

- Serenity, eso sería una grosería - señalo - ademas te he dicho que no me gusta que me grites - murmuro entre dientes mientras trato de hacer acopio de todas mis fuerzas.

- ¿Y no fue una grosería cuando me corriste a mí? - continua con el mismo tono.

- Eso fue diferente, estaba enojado con la vida. No quería que estuvieras aquí - sentencio.

- Pues yo no quiero que ella esté aquí - apunta un dedo a mi pecho. Mi mujer furiosa es de cuidarse.

- Serenity... - inhalo y exhaló repetidamente, sé que si seguimos por ese camino no iremos a ningún lado.

- Sabes, ya me cansé de discutir - escucho que mueve cosas, no sé qué hace -  Está vez no es la primera que discutimos por ella. Siempre trata de apartarme de tu lado, me sigue mirando como poco cosa, pero claro eso tú no lo ves, no se le escapa ningún momento para poder estar a solas contigo, cada que puede te besuquea - hace un ruido de irritación - y tú - vuelve a apuntar su dedo en mi pecho - solo haces como que no pasa nada.

- Claro que hago algo - me defiendo- tu misma has visto que te defiendo, que trato lo menos posible de estar con ella, pero  ¿qué que quieres que haga? Ahora Zafiro la ha incluido en el proyecto de la nueva universidad - me desespero - me siento atado de manos.

- Pues dile que se vaya a Ohio.

- Los asuntos de la universidad los trata Zafiro, lo sabes.

- Pues entonces dile a Zafiro - grita.

- Serenity por favor, cálmate, estoy a punto de pender la paciencia - le advierto.

- Pues mi paciencia ya se acabó hace varios días. Hasta Mina ya no la soporta. Si no está de coqueta contigo, lo está con Seiya.

- Seiya y Esmeralda siempre se han llevado muy bien, ya se los he dicho mil veces - ¡Dios! ¿Que hago?

- ¿Y contigo? Por favor no me vas a decir que no se resbala cual víbora que es,  ¿sabes que me dijo el otro día?

- ¿Que?

- Que agradeciera el haberte conocido antes de que ella regresara, porque si no, otra cosa hubiera sido.

- Te he dicho muchas veces que Esmeralda es así. Nunca debes de tomarla enserio, pero parece que a ti te encanta caer en su juego - estoy llegando a mi límite.

Los ojos me duelen, me cubro la cara con las manos.

- Bien. Si esa es tu respuesta para todo esto, perfecto - camina hacia el closet.

Hace una semana que se ha instalado en la que ahora es nuestra habitación.

- ¿Que haces?

- ¡Me voy!

- ¿Que? Serenity espera... - camino en su dirección - amor mío por favor, estás muy ofuscada - la busco pero huye de mí.

- ¡Déjame!

- Serenity por Dios ¿vas a tirar a la basura todo lo que tenemos? - el pánico me salta. No puedo perderla.

- Tú decidiste tirarlo primero.

- ¡Claro que no! - la detengo, por fin. La sujeto de los brazos, no voy a permitir que se vaya - Serenity te amo, no me dejes.

- Yo también te amo Diamante pero...

𝕰𝖑 𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝕯𝖊 𝕯𝖎𝖆𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora