- ¿Qué querrá? – Tini terminaba de arreglarse frente al espejo del baño, sería la primera vez que pisaba el casino de día y vestida de una forma normal. El cabello recogido en una coleta y apenas un poco de maquillaje. Salió del baño y miró a su hermana dormida en la cama. – Me voy.- Suerte – dijo Liliana aún con los ojos cerrados. — ¿Llevas preservativos?
- ¡No digas tonterías! – Tini salió de la habitación con el ceño fruncido.
Cuando llego al casino se sintió extraña estando allí a esa hora, para ser temprano ya había bastante gente en el lugar, incluso bebiendo.
- Martina – la llamó Alex sonriente y se acercó a ella. – Sebastián te esta esperando en su oficina.
- Gracias – ella sonrió y caminó hacia la escalera que daba a la oficina, se sentía observada, tanto los de seguridad como algunas camareras la miraban, seguramente pensando que ella era la nueva distracción de Sebastián Obando.
Se paró frente a la puerta de la oficina y suspiró a fondo. ¿Qué sería lo que quería?
Golpeó suavemente dos veces y de nuevo al no recibir respuesta, abrió un poco la puerta y se asomó.
- ¿Se puede? – al ver la sonrisa de él, entró a la oficina. — ¿Nunca contesta cuando llaman a la puerta?
- La oficina esta insonorizada – Sebastián la revisó con la vista, vestida tan informal estaba muy sexy, esa mujer era atractiva en todas las maneras posibles.
- Supongo el motivo – Tini suspiró poniendo los ojos en blanco. – Bien, ¿qué quiere?
- La pregunta es, ¿qué quieres tú? — Sebastián se levantó de su asiento y caminó hacia ella con una sonrisa. – O más bien, ¿qué necesitas?
- Otra vez – Tini lo miró molesta. – Ya le dije que no me vendo por nada, hágase la idea de que a mi no me tendrá y déjeme tranquila de una vez, no me voy a acostar con usted.
- Tenerla en mi cama es algo tentador créame, pero tengo una propuesta mejor – Sebastián sonrió mirándola a los ojos. – Te casaras conmigo.
- ¿Qué? – ella se quedo sin habla. — ¿Esta loco?
- No, estoy más cuerdo que nunca – sonrió Sebastián. – Solucionaré todos tus problemas económicos, la residencia de tu madre, el pago de la casa, incluso podrás tener tu propio estudio de abogados.
- ¡No quiero nada de usted! – Tini estaba enojada. — ¡¿Por qué me hace esa propuesta?!
- Porque yo necesito una esposa y tú necesitas dinero – la miró serio. – Así de simple, solo es un trato.
- Pues no acepto su maldito trato – lo miró indignada. – Quédese con su dinero.
- Te daré tiempo para decidir – se acercó a ella y le sostuvo el rostro. – Pero piensa bien, no te conviene tenerme de enemigo – Dicho esto Sebastián camino hacia la puerta, pero antes de salir de su oficina dijo algo más. – Esta noche espero mi respuesta.
(...)
Tini no pudo sacarse las palabras de Sebastián de la cabeza, en todo el día "No te conviene tenerme de enemigo" ¿A que se refería?
Cuando le contó a su hermana el trato que le propuso su jefe, Liliana no se lo podía creer.
- ¿Y que me pongo esta noche? – Tini buscaba en su armario. – No tengo más ropa provocativa.
- Ponete esto – Liliana le lanzó una falta y una campera corta. — ¿Tanta duda en la ropa, no será por Obando?
- ¡No! Mi respuesta seguirá siendo la misma – Tini se puso la falda y luego miró la campera. — ¿Qué blusa?
ESTÁS LEYENDO
Trato Hecho - Sebastini✔️
Fanfiction¿Cuánto puede cambiar tu vida dos palabras? "Trato hecho" Esa es la respuesta de Martina a la propuesta de su jefe, Sebastián Obando, el hombre más deseado por todas las mujeres, y que está acostumbrado a conseguir todo lo que quiere. Y ahora lo q...