Trato Hecho - Sebastini✔️

C12: En su cama

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Pasaron al gran salón donde tomaron asiento en la mesa que les correspondía. Durante la cena, Tini habló animadamente con Nicolás, y con Andrés, que no dejaba de bromear sobre alguno de los invitados. Incluso Sebastián se mostró más amable y cordial de lo normal.

- Todos están atentos a nosotros – Sebastián dijo en voz baja mirando a Tini. – Atraes la mirada de cualquiera.

- Yo creo que están sorprendidos – ella lo miró de reojo. – El famoso soltero codiciado Sebastián Obando, casado.

- Yo diría que Alexander está más pendiente de ti que de mi – Sebastián habló molesto, observando como desde la otra mesa aquel hombre miraba a Martina intensamente. Colocó la mano sobre la de Tini cariñosamente y después se la llevó a la boca para darle un tierno beso.

Tini lo miró sorprendida mientras notaba sus labios tiernos sobre su piel, Nicolás sonrió al ver la escena y Andrés le guiño un ojo a Tini.

- Pero que escena más tierna – Juan Manuel se sentó frente a su hermano. – Tan romántico.

- Y tú tan borracho como siempre – Sebastián lo fulminó con la mirada.

- Pensaba que no vendrías Juan—Nicolás miró a su nieto con desaprobación, ¿en qué estado estaba?

- Al final me anime—Juan Manuel miró el lugar con desprecio. - Aunque no me siento cómodo entre tanto...

- Quizás te sentirías mejor en tu bar o en tu mesa de juego – Andrés hablaba con desprecio. – Podemos solucionarlo con una botella de ron y unas cartas.

- No soy el único que debe estar incómodo – Juan ignoró a su hermano menor y miró a Sebastián. – Quizás tu esposa se sentiría mejor sirviendo copas, estoy seguro que muchos de los presentes estaría más que satisfecho.

- Cállate —Sebastián apretó los puños y estuvo a punto de levantarse, pero Tini lo tomó del brazo tratando de evitar un espectáculo.

- Creo que lo mejor es que te vayas Juan – Nicolás habló con los ojos cerrados sin mirar a su nieto. – No quiero problemas.

Sin decir nada más, Juan Manuel se levantó bruscamente de la mesa y se marchó. El resto de la cena pasó en silencio, nadie se sentía lo suficientemente cómodo como para hablar. Tras el brindis de los invitados, comenzó la música y Andrés tardó poco tiempo para empezar a bailar Tini.

- Supongo que ya te habrás acostumbrado a los problemas en nuestra familia – Andrés hablaba en voz baja.

- No juzgues a tu hermano – respondió Tini. – Estoy segura de que no es feliz con todo esto.

- Nadie es feliz si él esta cerca – Andrés se apartó cuando la música terminó.

- Si me disculpas – Le sonrió Tini. – Voy al servicio.

Salió del lugar con una sonrisa y caminó por el pasillo, cuando estaba a punto de entrar al baño, vió la puerta del fondo abierta. Y distinguió perfectamente a la persona que estaba sentada en el jardín con una botella entre sus manos, se acercó despacio tratando de no hacer ruido y se sorprendió al ver sangre en una de sus manos.

- ¡Mierda! — Tini se arrodilló junto a él y tomo su mano. — ¿Qué te has hecho?

- ¿Y a ti que te importa? – Juan Manuel retiró la mano de forma brusca.

- Esta bien – Tini suspiró y lo miró a los ojos. – Sé que no te caigo bien y si te soy sincera, me importa un carajo lo que penses de mí, pero Nicolás es un gran hombre, lo respeto y le tengo cariño, y sólo por eso estoy haciendo esto.