Liliana bajó las escaleras con su valija, y Juan se acercó rápido a ayudarla.
- Yo lo llevo – agarró la valija y salió de la casa con ella.
- ¿Todo bien? – Lili miró de reojo a Sebastián que permanecía en el marco de la puerta de la casa, con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
- No creo que sea buena idea que se vaya – Sebastián la miró. –Necesita descansar.
- Lleva dos semanas descansando, eso ya es demasiado para mi hermana – Lili no pudo evitar sonreír. — ¿No será que simplemente no querés que se vaya de tu casa?
- Y a ti eso te hace feliz – Sebastián suspiró. – Mientras más lejos este de mi mejor ¿no?
- Yo no dije eso – Lili se encogió de hombros.
- Me amenazaste con matarme si le hacía daño a tu hermana – Sebastián se acercó a ella mirándola confundido. – Literalmente me dijiste que me odiabas.
- Yo solo te puse en tu lugar, pero solo vos podés hacer algo para cambiar la relación con mi hermana – Lili sonrió y caminó hacia la puerta. – Es un consejo, pero no quiere decir que dejes de caerme mal.
- No lo dudo – Sebastián sonrió.
- ¡Papá! – Nico bajó las escaleras corriendo y se lanzó a los brazos de Sebastián.
- Yo voy a llevas los juguetes de Nico – Andrés bajó tras el niño cargando varias bolsas, estaba claro que se les había ido la mano comprando cosas al niño.
- Pórtate bien con mamá– Sebastián le dio un beso a su hijo y se quedó mirándolo con una sonrisa. – Ahora tú tienes que cuidarla.
- Sí – Nico asintió decidido, y luego de que Sebastián lo bajara al suelo, salió de la casa tras Andrés.
- Extrañare al pequeño.
- A todos nos hará falta – Nicolás sonrió apoyado en la puerta del salón. – La casa estará vacía sin él.
- Y sin Tini – Sebastián pensó en la habitación, aquella que Tini había ocupado en esos días, la que fue su habitación de matrimonio. Y a pesar de que él había estado pendiente de ella, cuidándola y consintiéndola, Tini simplemente se empeñaba en mantener distancia.
- Ya está todo – Tini bajaba las escaleras despacio, ya estaba recuperada, pero aún así notaba cierta molestia en la pierna. Uno de los empleados la acompañaba, bajando las maletas.
- Estaremos solos sin ustedes—Nicolás se acercó a abrazarla y ella le dio un beso en la mejilla. Sebastián la miraba fijamente, sus ojos se encontraron por unos segundos, luego Tini desvió la mirada hacia otro lado. – Voy a despedirme de Liliana.
Cuando Nicolás salió de la casa los dos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro. Sebastián, indeciso, dio unos pasos hacia ella.
-Si necesitas algo – Sebastián suspiró. – Sólo llámame.
- Gracias – Tini tomó aire profundamente, tenía que armarse de valor, debía decírselo, decirle que iba a ser papá otra vez. — ¿Podemos salir al jardín? Quiero contarte algo.
- Claro – Sebastián frunció el ceño, luego caminó junto a ella en silencio hasta salir por la puerta trasera, así continuaron unos minutos hasta que él se paro. — ¿Qué pasa?
- Creo que tenemos que aclarar muchas cosas Sebastián – Tini entrelazó sus manos nerviosa y volvió a tomar aire. – Cuatro años es mucho tiempo, vos hiciste tu vida, y yo la mía.
- Pero podemos construir una vida juntos – Sebastián la interrumpió. — Al menos intentarlo.
- No, yo no puedo intentarlo – Tini se quedo pensativa, ¿cómo decirle que no podría soportar que la volviera a lastimar? Que no era capaz de confiar en él, no después de todo lo que paso. – Tuvimos nuestra oportunidad.
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Trato Hecho - Sebastini✔️
Fanfiction¿Cuánto puede cambiar tu vida dos palabras? "Trato hecho" Esa es la respuesta de Martina a la propuesta de su jefe, Sebastián Obando, el hombre más deseado por todas las mujeres, y que está acostumbrado a conseguir todo lo que quiere. Y ahora lo q...