C7: ¿Mi vida?

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Tini se despertó temprano, Sebastián aún estaba recostado a su lado, y ella se sentía muy incómoda al haber dormido junto a un hombre que no conocía. Se levantó y busco en el armario su ropa de deporte, salir a correr un poco no le vendría mal.

- ¿Corres? – Andrés la miraba sonriente desde la sala, vestido con su ropa de deporte como todas las mañanas.

- Si, cuando tengo tiempo – Ella suspiró. –Y ahora parece que tendré tiempo de sobra.

- ¿Te puedo acompañar? – Andrés caminó hacia ella.

- Claro – Sonrió Tini. – Pero no creo que puedas seguirme el ritmo.

- Eso habrá que verlo. – Él rió y la miro de reojo.

Salieron juntos de la casa a toda carrera, tratando de adelantarse el uno del otro. Al cabo de casi media hora terminaron corriendo al mismo ritmo y conversando.

- Bueno, ¿qué opinas de tu nueva vida? – Andrés la miraba de reojo.

- ¿Mi vida? – ella frunció el ceño y suspiró.—No lo sé, aún no sé cómo es.

- Y ahora, ¿vas a ejercer de abogada? – Andrés la miro curioso.

- No lo sé – Tini sonrió ilusionada. – Nada me gustaría más, pero aún no lo hablé con tu hermano.

- ¿Y que tiene que ver mi hermano? – Andrés frunció el ceño.

Cuando se dieron cuenta ya estaban entrando en la casa, Tini iba a contestarle a Andrés cuando se encontró delante de ella a Sebastián.

- ¿Dónde estabas? – Sebastián la miraba de manera fría.

- Salió a correr conmigo – Andrés miró a su hermano divertido. – Tranquilízate, que no va a salir huyendo el primer día, necesita algo de tiempo.

- Déjate de tonterías Andrés – Sebastián lo miró molesto. – Estoy hablando con mi esposa, no contigo.

- Esta bien – él miró a Tini y le guiñó un ojo. – Ya me voy.

- ¿Tengo que pedirte permiso para salir a correr por las mañanas? – Tini pasó junto a Sebastián y subió las escaleras con dirección a la habitación de ellos.

- No, pero podrías avisarme – Sebastián caminó tras ella. – Me preocupé al no verte en el cuarto.

- ¿Preferís que te levante para decirte que voy a salir a correr?—Tini entró a la habitación, busco en el placard su ropa y entró al baño.

- No estaría mal – Sebastián entró tras ella al baño. – Soy tu esposo.

- Muy bien, a partir de ahora te avisaré todo lo que quiera hacer – Tini se giró hacía él molesta. – Ahora si no te importa, vete, que voy a bañarme.

- Preferiría quedarme – Sebastián sonrió. – Pero como sé que no lo quieres así, me voy.

Sebastián bajó a la terraza del jardín, dónde su abuelo y Juan Manuel estaban desayunando, se sentó en su lugar y ordeno que le trajeran café.

- ¿Qué tal la noche de bodas hermanito? – Juan lo miraba sonriente. – Tiene una piel muy suave, ¿verdad?

- Cierra la boca o te la cierro yo, Juan – Sebastián lo miró enojado.

- ¿De qué estas hablando? – preguntó Nicolás mirando a su nieto mayor confundido.

- Pasa que mi hermano piensa que tiene derecho sobre cualquier mujer del casino – dijo Sebastián mirando a su abuelo. – Y una noche, en una de sus tantas borracheras, se propasó con Martina.

Trato Hecho - Sebastini✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora