Epílogo

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- ¿Cómo me veo? – Andrés caminaba nervioso ante Tini y Juan.

- Cómo otro idiota más – Juan sonrió.

- ¡Te escuché! – Lili gritó desde el salón mientras terminaba de colocarle los zapatos a su hijo, Sebastián. Ese era el nombre que ella y su marido, si su marido, llevaban casados dos años, habían elegido para su hijo. Luego de todo gracias a Sebastián ellos se habían conocido y estaban juntos.

- Te ves muy guapo – Tini se acercó a Andrés y le colocó bien la corbata. – Pero deberíamos irnos ya, es la novia la que tiene que llegar tarde.

- Estoy nervioso – Andrés suspiró. – Esto de estar casado...

- Es maravilloso – Nicolás bajó las escaleras sonriente. – Sólo mira a tus hermanos.

- Si, es increíble – Juan le guiñó un ojo a su hermano. – Al principio.

- Luego llegan los niños – Sebastián caminó sonriente hacia ellos. – Y todo se vuelve mejor.

- Te lo dice un experto – Juan comenzó a reír. – Ya tienen dos y viene en camino el tercero.

- Corrección, tercero y cuarto – Tini se giró hacia ellos, y con una sonrisa se acaricio el vientre. – Son gemelos.

- ¡Dos! – Nicolás casi saltó de la alegría, eso era lo que más quería, una gran familia, una familia unida.

- Sí – Sebastián se acercó a su esposa y dejó un pequeño beso en sus labios.

- ¡Mamá! – Nico salió de la cocina con cara de fastidio, tenía ya ocho años. — ¡Decile a Abigail que dejé de seguirme! ¡No voy a jugar!

- ¡Nicolás, deja de quejarte y compórtate como un hermano mayor! – Sebastián miró a su hijo.

- Mami – Abigail caminó hacia Tini haciendo pucheros.

- Oh bebé, vení aquí – Tini cargó a su hija en brazos. – Sonríe, que hoy sos una princesita, mira lo linda que estás.

- Verdad – Liliana se acercó a ella con su hijo de dos años en brazos. – Vos y tu primo tienen que llevar los anillos.

Media hora después, todos se encontraban en la iglesia. Andrés permanecía nervioso frente al altar y Tini junto a él, era la madrina. El pequeño Sebastián y Abigail permanecían afuera de la iglesia junto con Lili y Juan, esperando a la novia. Nicolás estaba sentado en primera fila y junto a él, los dos hombres más importantes en la vida de Tini. Su marido y su hijo.

- ¿Tardara mucho? – Andrés no dejaba de moverse nervioso.

- Tranquilo – Tini rió, luego miró a los invitados. – Mira a todos los que te quieren, están aquí para celebrar el día más importante de tu vida.

Y así era, todos estaban allí. Toda su familia, su gran familia y no solo hablaba de los Obando.
Al fondo a la derecha podía divisar a Isabella y a Álvaro, y con ellos a su pequeño Adrián. En la sexta fila a la izquierda Christian y Alex, con sus radiantes sonrisas y mirándose con complicidad. Y por la puerta entraba Juan Carlos y no llegaba solo, sino bien acompañado. Por su novia, Estefanía, aquella Barbie Malibu de la que Tini tuvo tantos celos, la misma de la fiesta de cumpleaños en la que Sebastián la mostraba tomada de su brazo. Después de todo no había resultado tan mala, era una buena chica y Carlos parecía haber encontrado el amor junto a ella.

La música comenzó a sonar y todos los invitados se pusieron de pie. Tini sonrió al ver a su pequeña Abigail avanzar por el pasillo y junto a ella, a Sebastián, su sobrino. Elena avanzaba despacio, con su vestido blanco y un ramo de flores en la mano. Andrés la observaba feliz.

Aquel era el día, la familia estaría al completo. Todos juntos, unidos, como la gran familia que eran. Mientras el sacerdote comenzaban con la misa, Tini dejó volar su mente, recordando.

Habían pasado cuatro años desde que aceptó casarse con Sebastián, aquella noche en el cumpleaños de Nicolás. Desde entonces su esposo celebraba aquel día de forma especial. Se casaron unas semanas después y pronto estuvo junto a ellos su hija, su pequeña Abi. Nico acogió con mucho amor a su hermana, pero cuando ambos crecieron las discusiones se hicieron presentes y más cuando se unió a ellos el pequeño Tián, su primito.

Liliana se había casado un año después, y al poco tiempo había quedado embarazada.
Christian y Alex habían firmado como pareja de hecho, estaban juntos y felices y todo gracias a ella que los había presentado. Isabella y Álvaro no se casaron, pero vivian juntos con su pequeño, y Juan Carlos parecía tener planes con su novia. Y ahora Andrés, se casaba y seguramente pronto también tendrían hijos. Todos eran felices.

Tocó su vientre despacio, embarazada de nuevo y en esta ocasión gemelos, siempre había soñado con casarse, tener hijos, una gran familia. Y lo tenía, absolutamente todo. Ahora, era sorprenderte pensar como su vida y sus planes habían cambiado desde hace 10años.

- Yo los declaro marido y mujer – el padre dio su bendición a la pareja y ellos se besaron. Todos los invitados se pusieron de pie y los aplausos se hicieron presentes. Tini se acercó a ellos y los felicito, luego agarró a su hija de la mano y se dirigió a la salida junto a su esposo y su hijo.

-¿Y esa sonrisa? – Sebastián pasó el brazo por sus hombros.

- Soy feliz – Tini le dio un beso en los labios.—Sólo eso.

- ¡Mamá! – Nico miraba a sus padres molesto mientras su hermana pequeña tiraba de su chaqueta.— ¡Ya soy grande para jugar con ella!

- Nico compórtate – Sebastián frunció el ceño mirando a su hijo.

- ¿No querías un hermanito? – Tini le sonrió.

- Sí – Nico suspiró.—Pero mamá, ella es una nena.

- Bueno, pronto tendrás un hermano – Juan sonreía observando a su sobrino.

- Dos—Liliana le guiñó un ojo a su hermana. – Sin contar a tu primo Tián.

- Y eres el mayor de todos – Nicolás colocó una mano en el hombro del niño. – Y tienes que cuidar de ellos.

- Es verdad – Nico sonrió, tomo a su hermana de la mano y luego a su primo.—Voy a llevarlos a ver al tío Andrés y a la tía Elena.

- ¿Tan fácil? – Juan funció el ceño. — ¿Así fue conmigo?

- No – Sebastián miró a su hermano de reojo. – Seguiste pegándome con el peine y quitándome los juguetes.

- Nosotras siempre nos llevamos muy bien – Lili miró a su hermanos con una sonrisa.

- Vamos a casa – Nicolás sonrió a todos. – Tenemos mucho que celebrar.

Y así era, mucho que celebrar, mucha vida por vivir y mucha felicidad que disfrutar.

Y todo en familia, una familia unida.

Trato Hecho - Sebastini✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora