- Esta noche es la fiesta de la familia Smith. – Nicolás acompaño a Sebastián hasta la puerta de la casa. — ¿Vendrás con Martina?- No abuelo, hay una fiesta en el casino – Sebastián abrió la puerta, tenía prisa, ya llegaba tarde. – ¿Por qué no la llevas tú?
- ¿No te acompañara a la fiesta del casino? – Nicolás salió de la casa junto a su nieto.
- No, no es lugar para una mujer – Sebastián se subió a su auto. – Quiero decir, mi mujer.
- Ya – Nicolás suspiró mientras observaba como su nieto se alejaba en el coche. – Si tú no te encargas de tu esposa, lo haré yo.
Nicolás subió a su coche, tenía que resolver algunos asuntos de la constructora, pero esta noche iría a la fiesta de los Smith y Tini lo acompañaría. Estaba seguro de que cuando Sebastián viera lo que se estaba perdiendo, comenzaría a ordenar las prioridades de su vida.
Tini permanecía sentada en uno de los bancos del jardín, leyendo, aunque lo que realmente hacía era pensar, ¿en qué se había convertido su vida? Todas las mañanas salía a correr con Andrés, desayunaban todos juntos y luego se quedaba sola. Nicolás se iba a la constructora y Sebastián siempre tenía asuntos que resolver en el casino.
- ¿Todo bien? – Marta se acercó a ella sonriente. – Soy Marta, trabajo para la familia Obando desde hace mucho.
- Encantada – Tini se levantó. – Lo siento, aún no conozco a todos los empleados de la casa.
- Lo sé – Marta agarró el libro que ella había dejado sobre el banco. – Pero tranquila, tú y yo tendremos mucho tiempo para conocernos.
- ¿Si? – Tini la miró confundida.
- Nicolás me pidió que te acompañara hoy – Marta sonrió. – Vamos de compras.
- Yo no necesito comprar nada – Dijo Tini. – No es necesario.
- Necesitas ropa adecuada para los compromisos a los que tendrás que ir – Marta metió la mano en su bolso y sacó su cartera, sacó varias tarjetas de crédito y se las mostró. – Son tuyas.
- No, no son mías – Tini aún no podía creer lo que estaba pasando. – Ese dinero es de los Obando.
- Y tú eres una de ellos, eres de esta familia Martina – dijo Marta. – Muy bien, veo que esto no va a ser fácil, ¿por qué te niegas a aceptar tu nueva vida? Demuestra a todos quien eres, no permitas que nadie te subestime.
- ¿Y quién soy? – Tini suspiró. — Según ustedes, ¿Martina Obando? ¿Esposa de Sebastián Obando?
- No, eres Martina Stoessel, abogada – Marta sonrió. – Una mujer que ha luchado en la vida por llegar a donde quiere y que sigue luchando por ello.
Martina solo sonrió y miró las tarjetas, ¿debía aceptarlas? Marta tomo su mano y las colocó en ella, después le guiñó un ojo y la guió hasta la casa.
Aún no podía creer todo lo que estaba haciendo, Marta la llevo por todas las tiendas que quiso, le compro de todo. Desde trajes de baño, ropa deportiva, vestidos y ropa elegante, ropa interior, bolsos, zapatos, maquillaje, hasta joyas. Cada vez que se miraba en el espejo de un probador con algún vestido no se reconocía.
- Bueno, ahora iremos a comer – Marta llamó con la mano al chofer para que se llevara las bolsas de la última tienda. – Y después a la peluquería.
- ¿Peluquería? – Tini la miró sorprendida.
- Sí – Marta caminó hacia un restaurante frente a ellas y ambas entraron. – Esta noche iras a una fiesta con Nicolás. Y creo que el vestido correcto es el negro, elegante y al mismo tiempo sensual.
ESTÁS LEYENDO
Trato Hecho - Sebastini✔️
Fanfiction¿Cuánto puede cambiar tu vida dos palabras? "Trato hecho" Esa es la respuesta de Martina a la propuesta de su jefe, Sebastián Obando, el hombre más deseado por todas las mujeres, y que está acostumbrado a conseguir todo lo que quiere. Y ahora lo q...