C16: Mi trato, mis decisiones

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Tini se puso los aretes y se miró en el espejo, cinco meses, esa era el tiempo que llevaba viviendo esa vida y no era feliz. Todas las mañanas salía a correr con Andrés, desayunaban todos juntos y después se aburría, algunas veces iba a ver a su hermana, otras pasaba la tarde en la alberca o leía algún libro.

En muchas ocasiones acompañó a Nicolás a la constructora, pero nunca a Sebastián y no podía evitar preguntarse, ¿por qué?

Él jamás le había dicho que lo acompañara, ni siquiera a las fiestas a las que iba por las noches, que eran muchas. Tini se quedaba sola en la habitación, en esa enorme cama esperando a que él regresara. Esta no era la vida que quería, no era lo que tanto soñaba.

Aunque Sebastián se mostraba cariñoso y muy atento con ella, le demostraba cuando la deseaba con tan solo mirarla y siempre la sorprendía, ya fuera con un regalo o sacándola a cenar a algún restaurante lujoso alguna noche. Sin embargo, su vida seguía girando en torno al casino y ella no debía olvidar eso, que ese matrimonio giraba en torno a ese maldito casino.

- Tini – Andrés se asomó a la habitación. – Nuestro invitado acaba de llegar.

- Si – ella sonrió, Richard Jones, dueño de una de las empresas de publicidad más conocidas, con la cual Nicolás estaba negociando una campaña publicitaria para la constructora. – Vamos.

Tini se presentó con una gran sonrisa en el salón donde Nicolás y Juan Manuel se encontraban con el invitado.

- Y esta es mi preciosa nuera, Martina – Nicolás la señaló sonriente, después miró a su nieto menor que estaba junto a ella. – Y el más joven de la familia, Andrés.

- Es todo un placer – Richard se levantó de su asiento y besó la mano de Tini, después apretó la mano de Andrés.

Cada uno tomo asiento, Tini frunció el ceño, Sebastián aún no había llegado, ¿por qué lo extrañaba?

- Bueno, como le decía Nicolás, creo que nuestra propuesta es más que beneficiosa para ambas partes – dijo Richard.

- Buenas tardes, disculpen el retraso – Sebastián entró al salón y miró a su mujer con una sonrisa, estaba realmente hermosa, como siempre. Se acercó al invitado y se presentó estrechando su mano. – Soy Sebastián Obando.

- Es todo un placer conocerlo Sebastián – Richard volvió a sentarse. – Comentaba con su abuelo nuestra propuesta.

- ¿Y cual es, si puedo saber? – Sebastián se sentó junto a Tini y le acaricio levemente la mano.

- El costo de la publicidad se rebajara un diez por ciento, a cambio de que se comprometan a mantener la exclusividad con nosotros – Richard sonrió mirando a Sebastián. – Y claro, que las empresas asociadas o cuyos servicios sean utilizados por ustedes o viceversa, cuente con nosotros como opción si pretenden realizar una publicidad.

- Es una buena oferta – Juan Manuel miró al hombre serio.

- Yo no lo creo – Tini habló y todos la miraron sorprendidos. — ¿Exclusividad? Eso es demasiado solo por un diez por ciento menos, y en el caso de las empresas asociadas, supondría una buena inversión para ustedes, a cambio de nada para la constructora.

- ¿Y qué propone usted? – Richard la miró divertido.

- Un contrato de permanecía con ustedes durante tres años, a cambio de un veinte por ciento menos en el costo de publicidad – Tini lo miraba a la cara mientras hablaba sonriente. – Y creo que la elección de empresas asociadas que usen los servicios de la constructora o viceversa, y de ustedes como empresa de publicidad, correspondería a un diez por ciento menos por cada una.

Trato Hecho - Sebastini✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora