Trato Hecho - Sebastini✔️

C4: Esta en su vida

-¡Parque! – Nico correteaba por la casa con su pelota entre las manos.

- ¡Nico! – Tini corría tras él con una chaqueta. — ¡Si no te ponés el abrigo no vas a ningún lado!

El timbre sonó y Liliana aguantando la risa fue a abrir la puerta, inmediatamente Nicolás y Sebastián rieron al ver la situación.

-¡Papá! – Nico se lanzó a los brazos de su padre con una sonrisa.

- Ven aquí – Sebastián lo cargó y lo miró divertido. – Hazle caso a mamá.

- Si no te abrigas, no podremos ir a ningún parque – Nicolás sonreía mirando a Tini.

Lili cerró la puerta para que dejara de entrar frío, Tini permanecía algo tensa observando como Sebastián cargaba a su pequeño, ¿cómo había podido ganar su cariño tan rápido? Quizás era que Nico lo necesitaba, necesitaba un padre.

-Dale, una mano – Tini se acercó y comenzó a ponerle el abrigo al niño, mientras Sebastián lo sostenía entre sus brazos. Algo se movió dentro de él al tenerla tan cerca, oler su aroma, no podía quitarle la vista de encima.

- Tini – Nicolás llamó su atención. —¿Por qué no nos acompañas?

- No puedo – Tini pareció meditar unos segundos antes de seguir hablando, pero el timbre las interrumpió. Liliana abrió la puerta y ahí estaba Christian.

- ¿Listas? – Christian sonreía divertido, vio a Sebastián y a Nicolás, y los saludo. – Hola.

- Hola Christian – Nicolás le estrechó la mano como siempre.—Vamos a llevar al parque a Nico.

- Diviértanse – Christian le sonrió a Nicolás y entró para que ellos pudieran salir.

- Lo traeré de regreso a las siete— Sebastián habló a Tini.

- Ni un minuto más – Liliana contestó de forma fría.

Cerraron la puerta y Tini se relajó, no podía evitar estar tensa en presencia de Sebastián.

-¿Todo bien? – Christian la miró a los ojos, ella asintió. – Bien, pues vamos a arreglar el problema.

Sebastián y Nicolás fueron al parque que había cerca de la casa, estuvieron jugando un rato con Nico hasta que él se encontró a un amigo.

-No le des más vueltas – Nicolás se sentó junto a su nieto en un banco.

- Apenas me habla – Sebastián apretó el puño molesto. – Y ese hombre.

- Christian lleva mucho tiempo a su lado y al lado de Nico – Nicolás suspiró. – No puedes pretender que desaparezca de la noche a la mañana.

- A cambiado tanto – Sebastián miraba a su hijo.

- Ahora es madre – Nicolás sonrió. – Pero no es tan distinta, quizás la verdad es que tú no la conocías.

- ¡Papá! – Nico corrió hacia su padre y se subió a sus piernas. – Dulceee.

- No – Sebastian suspiró. – Mamá nos reñirá si no cenas.

- Además ya es la hora de irnos – Nicolás se levantó del banco y Sebastián lo siguió cargando a su hijo.

Llamaron al timbre y Tini abrió la puerta empapada, con un paño en la mano y agitada.

-¿Todo está bien? – Sebastián frunció el ceño mirándola de arriba abajo, por un momento se detuvo en su pecho, la blusa mojada dejaba ver el sujetador azul que llevaba debajo.

- Sí – Tini asintió. – No es nada.

- ¡Tini! – Lili gritaba desde la cocina. — ¡Vení!