CAPITULO 41

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''SU ENOJO LO PUEDO MANEJAR, SON LAS LAGRIMAS LAS QUE ME MATAN ''

CARLA ROSON CALERUEGA

Al entrar en baño me encontré con algunas chicas mirándome de rara manera, se ríen en mi cara, cuando me acerque a ellas me mostraron un video donde aparecemos Samuel y yo.

Ya toda la clase lo vio.

No podía pensar claramente, tenia ojos llenos de lagrimas, lo único que se me ocurre es que Samuel lo hico porque ese fue su objetivo desde que se acerco a mi pero él me ama. Sería incapaz jugar el doble juego, estoy segura.

Estaba con él, lo besaba, sentía todo lo que él siente.

Samuel no lo hico, no puede ser.

Salí lo antes posible y me encontré con él, parado en frente de aula, mirándome preocupado.

Di vuelta para otro lado, quería salir de ese colegio lo antes posible.

-¡Carla! – grita

No podía dar vuelta y mirarlo, no en este momento.

-¡Carla! – sigue gritando

Ahora su grito se hace más alto, se está acercando a mí, siento su mano sobre mi brazo, haciéndome voltear y enfrentarlo.

-¿A dónde vas? – cuestiona

-Por favor, por favor déjame en paz.

-No, no pienso dejarte, no pienso soltarte.

-Vi el video.

Samuel cierra los ojos, me suelta, pone manos sobre su cabeza.

-Yo no lo hice, Carla. Te juro que no lo hice, sería incapaz de hacerlo después de todo lo que paso entre nosotros.

-Lo sé, una parte de mi cree que no serias capaz de hacerme eso.

-¿Y otra parte?

Samuel me miraba con esos ojos que se llenaron de lágrimas, yo tenía mis dudas pero siempre estaba segura en lo que siento por él.

-Samuel...

-¿Desconfías de mi?

Ahora me sentí mas lejos de el que nunca, estaba decepcionada de que empiece desconfiar de sus sentimientos. No me gustaba esa mirada que me dio...

-Samuel, no es eso...

-¿Después de todo lo que hice tú crees que yo grabe el puto video para humillarte?

-Por favor, no te pones así.

-Yo te quiero, Carla.

Pongo manos sobre su mejilla, acariciándole, le creo pero todos han dicho tantas cosas para hacerme dudar.

-Quiero irme a casa.

-Te acompaño.

-No es necesario.

-Si, lo es.

-Samuel...

El me toma por la cintura, me acerca más a él, me mira a los ojos.

-Te juro por lo más grande que yo no lo hice pero si fue mi error al no cerrar las puertas con llave, ese es mi puto error. – confiesa

Lo miro a los ojos y quiero creerle ciegamente.

-Por favor, déjame que te acompañe a tu casa, quiero cuidarte.

-Quiero que esta puta pesadilla termina ya.

Apuesta |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora