CAPITULO 65

356 27 2
                                        

''PUEDE QUE A VECES LAS COSAS NO SEAN BLANCAS O NEGRAS, Y PUEDE QUE TODO EL MUNDO NO SEA PERFECTO. ''

CARLA ROSON CALERUEGA

Llego el día de aniversario de mi madre, tener que levantarme de cama e ir al cementerio me hace sentir muy triste, sigo extrañándola, nada ni nadie va hacerme sentir diferente algún día.

-¿Estas lista, hija? – pregunta mi padre después de que baje por escaleras

-No se – respondí

Me mira preocupado, mi tono de tristeza no ayuda mucho, sabía que estaba muy triste por este día.

-La sigo extrañando – dije

-Lo sé, cariño, lo sé pero no puedes seguir así... a ella no le gustaría verte tan triste.

Me abraza pero eso no me ayuda, sigo siendo triste, así será todo el día hasta mañana.

Nos fuimos al cementerio, pasar un rato en silencio en ese lugar me hace sentir bien, mi mama hubiera querido verme crecer pero es la vida, nunca dejare de extrañarla pero tratare vivir mi vida, como lo ha hecho hasta ahora.

-¿Vas a tener que irte a la empresa pronto? – pregunte

-Sí pero pasaremos aquí un rato mas – responde

Suspire profundamente, recordé que Samuel me dijo que va pasar por mi casa, así pasamos toda la tarde juntos. Necesito ayudarle con el asunto de su padre o al menos tratar convencerle que debía mirar hacia el futuro.

Me despedí de mi madre de nuevo, como lo hago todos los años, no me gusta venir al cementerio, es el último lugar en mi lista, de hecho ni siquiera está en la lista.

Cuando por fin logre dormir un poco oí puertas de mi habitación abriéndose, pensé que es mi papa ya que me dijo que se va ir a la empresa, por eso mi reacción fue automática.

-Papa, déjame dormir y cierra la casa con llaves – dije

De pronto sentí una mano sobre mi brazo, acariciándome de manera tierna, abrí los ojos, es el, siempre es el, siempre tiene manos tan fríos.

-Samuel...

Di vuelta, me encontré con su mirada profunda, el sienta  a mi lado, abrazándome.

-Gracias a dios que has venido – dije

-Por supuesto que estaré aquí para ti – responde

Acaricia mi espalda de tal manera que puedo cerrar los ojos tranquilamente y saber que me sentiré bien por el resto del día, nosotros estamos destinados a estar juntos, al fin del día siempre sé que puedo contar con él, su apoyo y su amor.

Es lo que me salva, de alguna manera.

SAMUEL GARCIA DOMINGUEZ

Me duele verla así, siempre sufre en un día como este y me duele que no pueda hacer nada, no puedo cambiar el hecho de que habrá un solo día al año cuando ella estará triste.

Su madre murió cuando mereció vivir y mi padre... pues sigue siendo un hijo de puta.

-Hable con mi mama hoy – dije

Los dos nos encontramos acostados en su cama, hablábamos.

-¿Qué te dijo? – pregunta

-Lo mismo que tu.

-Menos mal...

-Yo no puedo hacerlo, Carla.

-Lo sé, amor, lo sé, por eso no quiero presionarte.

Ya no sé ni que hacer, quiero volver a verlo para que mi mama pueda seguir tranquila pero tengo miedo de que pudiera perder el control y hacer algo que no debía.

-Me ha llamado hoy.

-¿Tu papa?

Asentí con cabeza...

-¿De verdad?

-Si, se atrevió a llamarme...

-Samuel, tranquilízate, por favor, no te hace bien seguir torturándote con un asunto así.

-Es que, tengo tantas ganas de golpearlo, tengo miedo que podría hacerlo si le veo, me enoja mucho que mi mama volvió creer cada mentira suya, de seguro algo le salió mal y por eso está aquí.

-Samuel, escúchame muy bien...

Se levanto un poco, me mira muy preocupada, no debí haberle mencionado nada, ahora va seguir preocupándose por mí y eso no es justo.

-Joder, lo  siento por estar haciéndote esto – me disculpe

-Todos tus problemas son mis problemas también, los dos encontraremos alguna solución.

-No, este es mi asunto...

Ya pensare que hacer, mientras tanto seguiré ignorando sus putas llamadas, no necesito un padre así, prefiero no tenerlo de hecho, me duele que mi mama es ciega, le cree cada palabra, todo lo que le diga y eso significa que sigue teniendo gran efecto en ella, eso esta mala, necesito abrirle los ojos.

Apuesta |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora