CAPITULO 48

462 31 1
                                    

''NO SE SI EL AMOR CAMBIA. LA GENTE CAMBIA. LAS CIRCUNSTANCIAS CAMBIAN. ''

CARLA ROSON CALERUEGA

Por fin podríamos seguir con nuestras vidas sin tener que preocuparnos sobre cada paso que hacemos, bueno Samuel más que yo pero al menos dejo de estar tan tenso, ahora anda siendo misterioso.

-Te dije que todo va salir bien – dije

Ambos nos encontramos en la cama, disfrutando del tiempo libre, era el domingo así que no tenemos que irnos al colegio.

-Si, lo dijiste.

-Samuel... ¿Por qué eres tan callado? – cuestione

Su manera de ser tan misterioso no me gusta para nada, siempre cuando se comporta así me doy cuenta de que algo sucede.

¿Qué será ahora?

Sé que el asunto con Christian ya está solucionado, le pidió perdón, el hecho de que nunca van a volver ser amigos no significa que debía estar deprimido.

-Estoy pensando en todo esto que nos paso...

-¿Qué exactamente?

-Pues este asunto con Christian.

-¿Vas a seguir pensando en eso aunque no debías?

Samuel levanta mirada hacia mí, pone mano sobre mi mejilla, acariciándome.

-Tienes razón, preciosa.

-Lo sé, yo siempre tengo razón.

-Ay, no seas tan creída.

-¿De verdad vamos a perder el tiempo hablando?

Samuel se acuesta sobre mí, toca mis piernas, me besa, los dos sonreímos, espero que esta vez la felicidad vaya durar más que la vez anterior.

-¿Qué quiere que haga, mi señorita? – cuestiona con tono juguetón

-Lo mismo de siempre, cariño.

Samuel empieza besar mi cuello, sus manos siguen tratando llegar hacia mi entrepierna pero por el momento se lo prohíbo, mi padre podría entrar en cualquier momento, es algo que me gustaría evitar.

-Samuel...

-Me pones mucho cuando gemías así...

-No es eso.

Samuel levanta cabeza, mirándome confundido, frunce el ceno.

-Mi padre está abajo.

-Joder... ¿Por qué no me lo has dicho?

-Es que... llego cuando estabas en el baño, pensé que lo habías oído.

-¡Joder, joder, joder! – se levanta de cama de inmediato

Lo miro con una mirada divertida, me sonreí, fue cómico verlo tan preocupado y asustado.

-Sigues siendo su persona favorita, no te va pasar nada.

-Pues no sé, en cuanto me vea así, tocándote de seguro me mataría.

-Pero podemos besarnos, eso no es ningún delito.

Samuel buscaba su móvil que se encontraba en la cama, yo lo tome antes de que el pudo reaccionar.

-¿Vas a dármelo? - cuestiona

-No, tienes que venir por el... - respondí

Sonreí de manera sensual, lo hice a propósito, subía mi falda para provocarlo, a pesar de su preocupación de que mi padre podría entrar yo si quería seguir con esto, quería seguir besándolo.

Apuesta |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora