CAPITULO 42

554 44 6
                                    

''TE QUIERO. TE ADORO. SABES QUE POR TI SOY CAPAZ DE PONER EL MUNDO PATAS ARRIBA. ''

CARLA ROSON CALERUEGA

Mi vida se fue a la mierda pero decidí salir fuerte de todo esto, algo mucho peor pudo haberme pasado. Al menos tengo a Samuel y estoy completamente segura que puedo confiar en el ciegamente.

La relación que tengo con él es lo más importante en mi vida, creo que nuestras almas están hechas una para el otro, parece ridículo pensar en eso cuando tienes 17 años pero así me siento. Creo que esto es para toda la vida, estoy segura de eso.

Cuando me desperté el siguiente día me asuste al no verlo a mi lado, de inmediato lo llame pero su móvil está apagado. Eso me asusto, el siempre contesta mis llamadas, siempre...

No dude ni un solo minuto, me levante, me duche y fui directamente al colegio, me importa una mierda lo que piensas todos, a mi lo único que me importa es encontrarme con él y saber que está bien.

En camino a salida me encontré con mi padre, espero que no se dé cuenta de mi estado mental que se va destrozando poco a poco cada día.

-Cariño...

-Papa, tengo que irme ya.

-¿Quieres que te lleve al colegio?

-No, voy sola.

-¡Espera!

Di vuelta, mirándolo.

-¿Por qué vas de prisa?

-Tengo que buscar a Samuel.

-¿Se ha perdido o algo? – bromea

Mi cara sigue muy seria, no sé ni que responder, no me gusta cuando no contesta mis llamadas, eso me asusta.

-Se ha dormido, supongo.

-¿Todo bien?

Asentí con cabeza, espero que eso fuera suficiente para que deje de hacerme preguntas.

-Vale. – responde pero creo que fue con mucha desconfianza hacia mi

-Papa, todo está bien. ¿Me crees?

-Claro, eres mi hija, no me hagas esas estúpidas preguntas.

Nos despedimos y me dirige al colegio, lo más rápido que pude.

Al llegar me encontré con Samuel sentado en el pasillo del colegio, tenia brazos cruzados, se veía tan raro, miraba en frente de el, pensativo, callado, silencioso, oscuro.

¿Qué habrá pasado ahora?

-¡Samuel!

Me acerco a él, abrazándolo fuertemente.

-¿Dónde está tu puto móvil? – pregunto al apartarme de el

-Me quede sin batería. – responde

-Me asustas cuando haces eso.

-Estaba... es que me quede dormido.

Es la misma excusa que yo utilice con mi padre, me está mintiendo.

-¿Te quedaste dormido? – cuestiono

-Un poco.

-No sabía que ibas dormir en tu casa, pensé que te quedarías en la mía.

-Le prometí a mi madre que arreglaría algún asunto, por eso.

Ya no sé ni que creer, esa excusa me parece bastante  barata, Samuel no es así, si su madre le hubiera llamado el me hubiera despertado con un beso, diciéndome que tiene que irse pero que regresara.

Apuesta |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora