CAPITULO 57

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''SIN SUFRIMIENTO NO HABRA COMPASION. ''

CARLA ROSON CALERUEGA

Días después sentí como si no quiero ni levantarme de la cama, Samuel seguía persiguiéndome, mandándome mensajes, llamándome pero obviamente lo ignore.

Me duele el corazón pero tengo que hacerlo, no puedo más.

Mi papa notaba mi triste, le explique que habíamos terminado pero no le dije porque.

-Tienes que comer, hija – dijo

Se preocupaba por mí y yo no le dije toda la verdad acerca de Samuel y todas las cosas que estaban ocurriendo últimamente.

-Comí lo suficiente.

-Es normal que estas triste.

-No estoy triste.

-Carla... - me toma por la mano - ... nunca te vi tan feliz como cuando estas con Samuel, eso es amor y sé que pronto lograran superar todas las tormentas.

-Suena tan bien cuando lo dices pero dudo mucho que así sea.

-¿Qué te hico?

-El no me hico nada, papa.

-¿Entonces?

-No puedo hablar de eso.

-¿Me juras que no te lastimo?

-¡El no sería capaz de lastimarme!

-Lo sé, yo también pienso eso pero tenía que asegurarme que no se trata de eso.

Me duele que le esté mintiendo pero no puedo hablar de eso en estos momentos.

Ya tengo lo suficiente con tener que verlo todos los días en el colegio, hoy no tenía ganas ni de levantarme.

Al llegar en el colegio me encuentro con él, estaba sentado en los pasillos y de inmediato se me acerco.

-Carla...

-No – dije

-Por favor.

-Te dije todo lo que tenía que decirte.

-Yo no puedo vivir sin ti.

Logro contener todas las lagrimas que quieres salir, por el momento.

-¿No vas a dejarme en paz, verdad?

Me mira incrédulo, piensa en algo, yo no sé en qué pero ya veo que anda tramando otro plan como volver conquistarme pero da igual, necesito alejarme de el por un tiempo.

Lo hago por nosotros, no sé cómo no lo entiende y sigue insistiendo.

Estoy loca por él, no se por cuánto tiempo voy a poder seguir fingiendo que puedo seguir sin él y por su bien.

SAMUEL GARCIA DOMINGUEZ

Por supuesto que no la voy a dejar en paz, jamás lo haría, es mía, solamente mía y yo no puedo seguir durmiendo solo sin besarla o al menos hablarle como sabíamos hacer antes.

-No, no te dejare en paz nunca.

-Samuel, estas complicando las cosas.

-¿Y tú?

-Lo hago por ti.

-Uy, pues muchas gracias por romperme el corazón, ahora debía estar muy feliz y no tan triste.

-¿De verdad no lo entiendes?

-No, no entiendo nada.

-Casi moriste en ese hospital...

-Casi pero no morí porque no merezco estar muerto.

-Te has metido en líos sin pensar en consecuencias. ¿Qué hubiera pasado si ese tipo me había disparado a mí?

-Lo mataría.

-¿Ves?

-¿Qué?

-Matarías a una persona...

-Lo haría por ti.

-Si, pasarías toda tu vida en cárcel por mí.

-Lo único que quiero que sepas es que te amo y sería capaz de hacer cualquier cosa por ti.

Acaricia mi mejilla...

-Tengo miedo, Samuel.

-¿Por qué?

-Tengo miedo que la siguiente vez no vas a salir vivo y yo sé que no podre soportarlo, me rompería el corazón volver a verte en ese estado.

-¿Tu me amas?

-Jamás debías dudar de eso...

-¿Esto es solamente una pausa, verdad?

-Claro...

Seguía acariciando mi mejilla, siento gran alivio, no quiero perderla, quiero seguir con ella para siempre aunque tenemos que sufrir pequeña pausa como esta.

-¿Entonces volverías conmigo después de pausa?

-Si, sin duda.

-¿Lo prometas?

-¿Por qué sigues desconfiando?

-No sé, tengo miedo que algo volverá pasar y tú te alejarías de mí para siempre.

-Tienes que ser un gran desgraciado para que yo me aleje de ti y tú no lo eres, lo comprobé. Te amo mucho y por eso lo hago...

-Y cuando volveremos a estar juntos, ¿eso será para siempre?

-Si, te lo prometo.

Me abrazo, dejándome sentir su aliento y sus manos suaves tocando mis espalda, estábamos alejados pero también mas cerca que nunca.

Apuesta |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora