La cafetería estaba bastante llena, supongo que era porque los alumnos tenían clases libres debido a la junta de maestros. Mordí una barrita de granola mientras veía a Anna caminar hasta nuestra mesa.
—Hola —saludo efusiva y le dedique una media sonrisa. Se veía muy bonita con el maquillaje de ojos y su cabello perfectamente arreglado, me preguntó como se supone que soy amiga de una persona perfectamente aliñeada, pues yo soy todo lo contrario —. Me alegro que ya hayan entablado una conversación.
Miró de reojo a Elías mientras sacaba una fruta de la pequeña bolsa tipo lonchera que llevaba.
—A mí igual —el muchacho habló sonriendo.
Parecía que estaban hablando en un lenguaje de miradas que yo no conocía.
—Entonces, Maya... —Anna suspiró y la miré con atención —, hoy por la noche habrá una fiesta y quería preguntarte si te gustaría ir conmigo.
—¿Una fiesta en pleno miércoles? —pregunté sorprendida.
—No es la gran cosa, un par de chicos de cuarto semestre me invitaron y no quiero ir sola —se encogió de hombros.
—No creo que sea adecuado llevar a Maya a una fiesta —la voz de Elías nos obligó a mirarlo —. Ya sabes, habrá mucha gente y tu recién despiertas...
—Pero creo que me caería muy bien salir —hablé de inmediato, raramente me sentía muy emocionada por ir —, últimamente mi padre me tiene sofocada, siempre está detrás de mí revisando que todo esté bien conmigo.
—¿Vives con tu padre? —miré a la morena.
Se había quedado con la manzana a centímetros de su boca, estaba sorprendida.
—Sí —dije insegura —. ¿Se supone que no debería vivir con él?
La mesa se quedó en silencio y me puse recta en la silla, había algo que ellos me ocultaban.
—Maya, ¿hasta dónde llegan tus recuerdos? —Anna preguntó.
—Mis recuerdos vienen y van, Anna, pero si te refieres a los recuerdos de las peleas de mi padre y madre, entonces sí las recuerdo —afirmé sin dejar de verla —. También sé sobre la condición de mi madre, Eric me lo dijo.
Ella asintió en silencio, miré a Elías quien se había quedado callado por alguna extraña razón. No quería hablar más pues apenas conozco a los chicos, apenas sé si puedo confiar en ellos, pero algo me dice que Anna era mi mejor amiga y mi más grande confidente pues, al parecer sabe cosas muy personales sobre mí.
—Maya creo que debes saber algo... —Anna hablo con una mueca de preocupación.
—Creo que lo que sea que dirás, debe esperar —la interrumpí de inmediato y miré de reojo a Elías —, no creo que esté lista para esta conversación.
Ambos me miraron confundidos.
—No estoy lista para saber quien era antes, ¿de acuerdo? —dije nerviosa —. Sé que, tal vez, eramos muy amigos, pero ahora mismo siento que sólo te conozco hace una semana, Anna —la mire con el ceño fruncido, sus ojos se empañaron un poco, y después mire al chico a mi derecha —. Y a ti, Elías, te conocí apenas hoy...
—No, Maya, nos conocemos hace años —me interrumpió molesto —. Es que ya no sé si no recuerdas en verdad o sólo estás fingiendo para evitarme, o si sólo quieres lastimarnos...
Sus palabras me dejaron quieta, y por muy extraño que parezca, me dolieron. ¿Por qué lo evitaría?
—Créeme que me gustaría estar fingiendo, Elías, créeme que me gustaría entender que es lo que está pasando en mi puta vida —me puse de pie molesta —. Sólo imagina despertar un día y saber que has estado dormida por un año, y de pronto vienen todos ustedes a decirme cómo debo ser y qué debo recordar...
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Aún no sé quién soy
Ficção Geral¿Sabes quien eres? Imagina despertar un día sin saber quién eres, sin recordar quién fuiste o tener alguna día de quien serás. Imagina un día tener las ganas de empezar de nuevo y sólo descubrir que tu pasado siempre te arrastrará, que tu pasado sie...