dance with the devil: Ghost

Part. 1

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Aparecí en un nuevo y misterioso lugar.
Tenía mucha ansiedad y miedo de que alguien me notará. Para mí fortuna no había nadie ajeno en la habitación en la que me encontraba.
—¿Dónde estoy? — le pregunté a, Copia.
—Estas en la mansión de los Emperator, unos años después de la boda de Nihil y Sister — dijo con voz serena.
—¿Y que hago ahora? ¿Qué puedo hacer aquí? — le vuelvo a preguntar, ahora observando todo lo que está a mi alrededor.
Parecía una bodega, o alguna especie de habitación secreta: Habían muchas hojas de papel regadas por doquier, muebles rotos y llenos de bichos merodeadores que corrían entre tanto desastre, al fondo finalmente, había una cuna de bebé, muy hermosa debo decir.
—La verdad no sé cómo tuve acceso a este recuerdo... Se supone que te deberías estar en un restaurante — comento con voz preocupada.
—Pero acabas de decir que estoy en la mansión de los Emperator — le dije, mientras daba algunos pasos por la vieja y maloliente habitación con ausencia de Luz.
—Se lo que te dije, pero solo te respondí lo que era obvio — exclamó.
—Voy a salir — le informe con seguridad, olvide por un momento todo lo que él me había dicho anteriormente.
—Ten cuidado — me avisó angustiado.

Era extraño que, Copia se comportará de ese modo conmigo, nunca se habría comportado dulce y tierno; aún menos cuando visitaba los recuerdos, pero por otro lado no me parecía molesta esa actitud en lo absoluto, pero no dejaba de sentirse extraño.

Al abrir la puerta, me encontré con varias personas que pasaban por enfrente de la puerta, hacia los costados de la habitación.

"Tenemos que terminar con esto, cuánto antes"
"Los floreros, debemos hallar un buen lugar".
Esos eran algunos de los parpaloteos que alcancé a escuchar de aquellas personas.

—Señoritas —.
escuché una voz masculina ahora—. Sister, informa que requiere de sus servicios en la zona de arriba - finalizó el chico de voz aguada, no dejando de lado su masculinidad.
Salí con cuidado, quería asegurarme de no encontrarme con nadie, incluyendo al joven.
Cerré la puerta y di pasos lentos y Quisquillosos por el pasillo.
Al llegar a la sala principal me encontré con el que supongo era el chico que dio el informe.
Se veía joven y de cabellos rubios.
Atravesé el lugar sin problemas y sin ser vista por nadie.
Ahora mi estómago me dolía por el estrés que me daba estar en estás situaciones, pero sabía que a final de cuentas valdría la pena, este el único modo de obtener su libertad, y debo de ayudarlo.
—Ten cuidado, las criadas deben estar ayudando a Sister con sus caprichos personales — comento, Copia en mis pensamientos.
—Está bien — dije sin la necesidad de pronunciar palabra, solo lo pensé y Copia recibió mi respuesta.
Al cabo de unos minutos, divagando como una niña tonta.
Llegué a otra habitación.
—Entra ahí un segundo — avisó  veloz.
Obedecí su orden sin la necesidad de hablar, supongo que el silencio me mantendrá a salvó mientras esté dentro de esta casa.
—¿Ahora que pasa? — le pregunté a, Copia.
—Deberías salir de este lugar. Cómo dije, se supone que te llevaría a otra parte dentro de mis recuerdos, y puede ser demasiado peligroso, Nihil Puede verte e interrogante — la voz de, Copia me advirtió, transformando su tono de voz dulce a uno mandón y molesto. Al parecer todo había vuelto a la normalidad.
—Eso no va a pesar, solo voy a investigar un poco más y saldré, ¿está bien? — le dije con calma, no quería preocuparlo.
—Esta bien — respondió serio.
Volví a abrir la puerta y salí silenciosa.

Giré la cabeza al menos unos cuarenta y cinco grados para asegurarme de que nadie se acercara y volví a mirar a enfrente.

—Mierda — dije sin pensar.
—¿Quién eres tu jovencita? — me pregunto ese tal Nihil.
Se ve más maduro de edad, su ojo izquierdo color blanquecino brillaba y llevaba puesto unas prendas grandes color blanco junto su rostro estaba maquillado asemejando a una calavera.
—Yo... Yo... — balbuceo —. Me llamo, Ann, trabajo para la señorita Emperator — dije con un ligera mentira.
—Sister Emperator, ____(t/n) — escuché a, Copia, quién también tenía la voz nerviosa y cortada.
—Para Sister Emperator... Disculpe — le hice una reverencia ligera con la cabeza, semejando una disculpa, lo que produjo una sonrisa discreta en las comisuras de Nihil.
—Señorita Ann, Debería subir. Mi esposa requiere de la presencia de todas en la habitación del clero — Informó con una actitud soberbia y fría.
—Está bien, me disculpo una vez mas — hice mi última reverencia, ahora utilizando todo mi cuerpo, Al parecer mi cerebro me obligaba a realizar aquella acción cuando me dirigía a Nihil.
—Vaya con cuidado — dice seco mientras se retira. No sonaba a ningún cumplido realmente.—El pecho me estaba por explotar de miedo, tome un suspiro largo y profundo para relajar mis nervios.