¿Emeritus IV?

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Al cabo de la noche, Tobias y yo nos fuimos a dormir.
Aunque aún fuera incómodo para mí, no me fue difícil conciliar el sueño, y aun adolorida me quede dormida rápidamente.

A la mañana siguiente, el desayuno se torno un poco incómodo; pues, Lee esta vez, estaba sentado al lado mío y Dylan del otro lado, y enfrente, tenía a Tobias y por suerte solo pude ver a Eduard de reojo.
Dylan y Pers, ayudaron a qué el ambiente no fuera tan pesado, pues nos contaban cosas muy bizarras y nos hablaban sobre aventuras graciosas que les pasaban.

Al finalizar el almuerzo, ( uno en el que Tobias estuvo muy ausente de la atención de todos ).
Era hora de que los invitados se fueran. Lee y Eduard evidentemente les resultó difícil despedirse y solo Lee tuvo la iniciativa de hacerlo. Corrió a mis brazos y me abrazo fuertemente en muestra de disculpa, aunque no era necesaria.
Solo quería que ese tonto se disculpara conmigo y Ann.
Tobias no hizo ni un solo gesto, más que cuando Pers y Dylan Se despidieron.

Al cabo del día me sentí lo demasiado incómoda como para charlar con cualquiera, incluso Copia; había olvidado que pensé en darle un beso la noche anterior... Él pudo haber escuchado... Quizá si se dió cuenta y solo evitó el tema o no lo sé, me sentía abrumada.
"Hoy irás al recuerdo que tenemos pendiente"
Me dice con un tono autoritario.

"Todo volvió a la normalidad otra vez".
Me dije y en ese momento giré hacia el paquete que me habían entregado mis padres, seguía intacto, y sin abrir.
Me acerque y solo tuve el valor de leer la nota que decía:
"Jackson, espero que encuentres respuestas y que con esto me ayudes a recordar; quizá no seas tú, pero me dirijo a Jackson, ____(n/p), _____(n/m) o a la hermosa dama"

Creo que sabía de quién era la nota. Pero no tuve el valor de seguir y mirar dentro del paquete. Aún no.
Aguante el llanto y me metí a la ducha.

Enseguida de la comida y la cena, Ann, Hannah y yo, jugamos un rato dentro de casa: Al parecer habíamos asistido a una fiesta de té con Ann.
Entre los invitados estábamos yo, Hannah, su peluche Marta y otros cinco peluches más que no recuerdo sus nombres.

Al cabo de las horas, supuestamente debería de haber ido con Copia, pero con todo el dolor y confusión en mi ser, me permití faltar una vez más a nuestro encuentro.
Después de lo que pasó y lo que pensé estando con él, no quería arriesgarme a qué algo grave sucediera y tomarme el tiempo para pensar las cosas sería mi mejor opción.

A la mañana siguiente, desperté con un grito grave en mi cabeza...
Era Copia.

"¿Porque?"
Me decía con un tono lleno de rabia.
Comprendía exactamente la causa de su molestia, pero no quería discutir.
Y mucho menos pensar en él y arriesgarme a qué me escuchará.
—Lo siento — dije sujetando del collar que parecía arder entre mis manos.

Al comienzo del día, Tobias y yo fuimos al pueblo por ciertos víveres, algunos libros para cuando las clases en el hogar de, Hannah y Ann comenzarán. Y Tobias fue lo demasiado gentil para comprar presentes para todos.
su rostro no disimulaba ni una gota de su enojo, ni su decepción departe de su amigo, Lee  ni de Boel por haberle ocultado aquello sobre el matrimonio y también enojado por lo que nos había echo.

"Por favor. Necesito que veas esto"
Me dijo Copia en mis pensamientos. Me distraje un segundo y tropecé.
Tobias ágilmente me salvó y ahora cambió su rostro a uno preocupado.
—¿Estás bien? — me pregunto mientras me sostenía.
—Sí... Solo un momento de torpeza — enseguida me giré y mire a su brazo derecho, tenía lo que parecía un tatuaje. ( No sabía que tenía uno ).
—Anda con cuidado, Tuviste suerte de que te atrapará— dijo mientras continuamos con el camino en el pueblo.

"Demonios, la voz de Copia se escuchaba realmente molesta y ahora no se que hacer... Debe estar molesto y no quería que lo estuviera. Se ve mejor cuando sonríe"
Dije en mi cabeza ignorando a, Tobias por un segundo.
"Demonios, deja de pensar"
Me repetí en mi cabeza hasta que, Tobias me trajo de vuelta a la realidad.
—¿Te gusta alguno? — me pregunta Tobias. Estábamos frente a una tienda de zapatos, se veían finos y costosos.
—¿Por qué? — pregunto enseguida de ver unos que en verdad me fascinaron.
—Bueno... Se que tú cumpleaños está cerca, y quiero adelantar mi regalo, antes de darte el verdadero — me dice con una sonrisa.
Tobias también se ve mejor sonriendo.
—Sabes que no tienes que comprarme nada — le digo amable.

Esta sería como la quinta prenda que me regaló en esta última semana.
—Bueno está ocasión es importante — me dijo, y me empujó dentro de la tienda junto con él.

Al cabo de unas horas y al verme "obligada" por Tobias, escogí aquellos zapatos que me tenían maravillada.

Eran unos tacones hermosos, negros y no tan altos para mí fortuna, algo grueso y con cintos bellos al rededor de la bota.
—Esta bien, vámonos — me dice ahora regresando a su modo ausente.

Al llegar a casa, un silencio grande embargó a todos, Ni siquiera, Boel se había acercado para recibirnos.

Al cabo de las horas, la cena se postergó a más tarde y con mucha más incomodidad cenamos los cinco totalmente solos y cayados. Hasta, Hannah y Ann notaban la tensión.
Asbjörn me dejó a su lado y Ann al otro.
Al terminar subí a mi habitación y Puse las compras mías cerca de la cama.
Ahora, también sobre mi cama, había un sobre color ahuesado con un sello que indicaba que venía de la empresa de adopción.
No tenía humor, así que la deje sobre la cama y fui a cambiarme.
Cuando todas la luces se apagaron, fui a la oficina y con algo de valentía entre a la puerta.
Solo espero que, Copia estuviera lo suficientemente lejos para evitar ver su rostro enfadado.
Al entrar la luz del recibidor me volvió a cegar y camine con dificultad a encontrarme y hacerle frente al chico que invadía mis pensamientos en estas últimas semanas.
Al verlo, me sorprendió verlo de alguna manera alegre.
No se veía en lo absoluto molesto.

—Bienvenida — me dice con un sonrisa que tarde en Corresponder.
—Hola — digo seria. Tratando de mantener mi mente en blanco.
—¿Estás lista? — me dice.
—Sí — le respondo sería. No quería que mí actitud me jugará chueco y no quería que mí cabeza se llenará de ideas locas.
—Pero antes... Debes hacer algo con tu atuendo — me explicó y enseguida me llevo al espejo.
—.Entra a un recuerdo tuyo y ve por un vestido lindo y no tan llamativo, ponte tacones y si puedes haz algo mas con tu apariencia — me dijo y ahora me sentí algo ofendida.
Pero no lo hice obvio.
—Un vestido, tacones, nada llamativo y verme mejor — repetí en voz alta.
—Solo, procura verte un poco más discreta. No quiero que opaques a todas las chicas que verás, con tu belleza — enseguida algo cambio.
—Ajá... Sí — le digo y cerré los ojos cuando escuché con un hilo de voz.
"Passatöver"
Entre a mí habitación y tome los tacones que, Tobias me había dado la primera vez que conocí a, Avelinda. Un vestido negro largo que tenía arrumbado. Me lo había dado Tobias en una ocasión especial, era para una fiesta que se canceló hace semanas.
Y no hice mucho con mi apariencia solo me hice el cabello para un lado.

Al llegar una vez más a la habitación con, Copia, me dió espacio para cambiarme y me ayudó a abrochar aquel vestido.
( Me recordaba todo a la vez que conocí a, Avelinda ).
Copia con sutileza termino con mi vestido y me giré.
—Te ves... — se detiene y me mira—. Entra ahora — me dice y ahora yo intento descifrar que pensaba.
—¿A dónde voy exactamente? — le pregunto, olvidando por un segundo la situación.
—Lo reconocerás cuando lo veas. Solo te diré, Que es peligroso, y de ser necesario tendré que sacarte. Y por cierto, toma una de las máscaras que habrán dentro si no quieres que te descubran. Todos adentro son familias poderosa muy cercanas a la familia Emeritus y Emperator, y además, No hables con nadie, es una regla estipulada; Solo las mujeres que vengan con acompañante pueden hacerlo — me dijo y enseguida un giro de ideas me invadió. Cómo miedo, preocupación, angustia y ansiedad.
"Passatöver".

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dance with the devil: Ghost Donde viven las historias. Descúbrelo ahora