Part. 2

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—Copia, porfavor... ¡Basta! — dije tratando de alejar a, Copia del cuello de, Eduard quien parecía ya no respirar.
Copia lo dejó caer al suelo.
El chico soltó una tos constante que comenzó a aminorar con los segundos.
—¿Qué le pasa?... ¿¡Está loco‽ — le gritó Eduard a, Copia quién estaba rojo de la molestia.
—Por favor detente — me puse frente a, Copia y puse mi mano sobre su pecho para relajarlo.
—¡Si vuelves a tocarla, juro que te haré tanto daño que vas a implorar por seguir respirando! — Copia se veía decido a golpearlo.
Su respiración era apresurada y sentía sus latidos de su corazón muy acelerados.
—Me amenaza anciano, no vuelva a tocarme  y consideraré su propuesta — le dijo Eduard y se puso de pie.
Eduard ahora intento darle un golpe a Copia, pero este le detuvo con astucia y agilidad.
—No me provoques — dice, Copia quién aún estaba conteniendo sus ganas de golpear el rostro afilado de su contrincante.
—Oh.. entonces... Explíqueme, ¿quién es?... ¿Que hago aquí?... ¿por qué la puerta estaba abierta? — sus preguntas vociferantes, iban de allá para acá, solo haciendo enojar más a Copia.
—Me llamo, Copia... Y no es correcto que su sepas de esto, tuviste suerte de entrar con, _____(t/n), Sino Solo serías un pedazo de ceniza — habló con enojo, echando miradas asesinas.
—Por favor... Cálmense los dos — le imploro a, Copia, quién parecía no prestar atención.
Enseguida el joven me tomo del brazo
—No seguiré órdenes tuyas, debemos salir y decirle a papá —.
Su fuerza era increíble, para alguien de su edad y de su cuerpo algo escuálido.
—Ven acá imbécil — Copia, se aparto de mi y soltó un golpe en la cara de, Eduard seguidos de otros dos en su cuerpo y otros tres más en el rostro.
—¡Copia! — grite y lo detuve—. ¡No!
—Le digo y enseguida, Copia lo ayudo a levantarse.
—Tienes que olvidar todo lo que viste aquí dentro — Copia tomo el cuello de la ropa de pijama que traía puesta y lo levanto para juntarse a sus ojos.
Enseguida, Copia, con su ojo blanquecino brillando en un resplandor blanco y muy profundo comenzó a entonar frases para que, Eduard olvidará todo lo que había visto aquí adentro.
"Duerme" le dijo  al chico que desapareció de repente.

—¿Estás bien? — me pregunta más relajado. Al parecer la ausencia del chico lo relajo de una manera exuberante.
—Si... Pero... ¿Por qué?, ¿Qué va a pasar con él?, que haré para decirle a, Tobias y a Lee — le digo con preocupación.
—Eso no importa — con una mirada sería y muy irritado vino hacia mi—. Que bueno que no está aquí, por qué lo habría acabado — me dijo mientras con su mano tocó mi mejilla roja y con un moretón grande por el golpe que me había dado, Eduard.
Su mirada parecía la de un asesino, se ven evidentes sus ganas de colgar al joven.
—Estoy bien... Me han pasado cosas peores — le digo.
Enseguida mi mirada bajo a su abdomen. Tenía sangre sobre su ropa.
—Ese tonto debió haberte herido, tus puntos se debieron haber abierto — le dije poniendo mi mano sobre su abdomen para evitar la hemorragia.
—Estoy bien... Me han pasado cosas peores — dijo imitando mi voz.
—Te voy a curar eso — le dije y lo lleve a la habitación, aún tenía los utensilios de primeros auxilios de la otra vez.

Al finalizar con él, me ayudó con mi golpe, sin embargo, este no había mejorado. Mientras tanto, solo me encargue de los nudillos rojizos de, Copia.
Sus manos son grandes y heladas.
—Listo — le digo a, Copia quién aún estaba serio.
—Te dije que no me agradaba ese idiota... Sabía que algo malo iba a pasar — me reprochó, con la mano cerrada y sus ojos pegados a los míos.
—No sabía que eso pasaría, de hecho comenzaba a caerme bien — comento sujetando la mano de, Copia—. Por cierto, ¿Qué va a pasar con él? — le pregunté.
—Va a olvidar todo... Solo recordara lo que vio cuando te golpeó — me dice ahora mirando a mis manos.
Él enseguida entrelazó sus dedos con los míos. Le Correspondo y lo mire—. No dejaré que vuelva a hacerte daño, ni que haga algo contra tu voluntad — me dijo mientras ponía su mano sobre mi golpe. De hecho su tacto frío me ayudó a contrarrestar el dolor que tenía.
—...— iba a decir algo, pero no supe que decirle para hacerlo confesar.
—Cuando te besó — me dijo incómodo.
—oh.. Hum. Cierto — le digo. Ya lo había olvidado.
—Dime por favor que ya habías besado antes — me dijo con poco humor
—De hecho... — le digo con la mirada baja—. Creo que fue el primero —  le digo avergonzada.
No podía creer que mi primer beso había sido con un patán como él.
—Al menos pude golpearlo una vez — me dijo ahora con una sonrisa satisfecha.
—Sí... Claro — le digo.

dance with the devil: Ghost Donde viven las historias. Descúbrelo ahora