Part. 1

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Hubiera deseado permanecer más tiempo con vida.
Poder despedirme de mi familia, probar esa cena tan especial de Avelinda, y un minuto más para decirle a Copia lo mucho que lo quiero, y poder disfrutar de la nueva vida que tendríamos  juntos al salir de aquí.

Cerré mis ojos, ahora solo veía oscuridad, no había nada más que espeso color negro a mi alrededor.
Intente parpadear y encontrar algo más. Supongo que ya estoy muerta.
Mire una vez más a cualquier lado de donde sea que me encontraba, supuestamente debería de haber una luz para guiarme a mi sueño perpetuo, pero simplemente me quedo quieta contemplando la nada.

En ese momento escucho una voz lejana.

"No te quitaré aquello que más amas"
Esa voz sin duda era de Emeritus IV, me había dicho lo mismo cuando
Se metió en mi cuerpo en el teatro "Ministery"...
En ese momento, desde una zona alejada en esta oscuridad mire el atisbo de una imagen. Mire a
mi novio: me llevaba en sus brazos, yo parecía estar muerta. (Cómo supuse).
Sus ojos me miraron con demasiada dulzura que me fue inevitable apartarme de aquellos ojos que brillaban de manera hermosa.

En ese momento sentí como un dolor fuerte y desgarrador golpeó mi pecho. al principio solo ocurrió una vez, pero luego comenzaron a multiplicarse.

"¿Que está pasando?"
Pregunto llevando las manos a mi pecho.
Eran latidos, los latidos de mi corazón que volvía a funcionar.
¿Por qué dolería tanto?

Cerré mis ojos, ahora no solo veía la oscuridad, sino que de repente, sobre mis párpados se extendió un brillo rojizo que me permitió ver algunas de las venas moradas y delgadas debajo de mis respectivos párpados.
La luz me brindo algo de calor, y otra vez el dolor en el pecho, tan pesado e insoportable como la primera vez.
En ese momento tome el suspiro más grande que pude haber tenido en mi vida, tan fuerte que abrí los ojos de golpe, mi pecho se abasteció con velocidad y sentí como mis pulmones se sobrecargan de oxígeno.
Libere mi respiración y mire a mi alrededor.
El candelabro de la habitación de Copia, la luz opaca de este lugar tan característico.

Unas manos frías tocaron mi rostro y di un giro para ahogar el susto que se produjo.

Mire a Copia, o mejor dicho a, Emeritus IV: Su rostro era idéntico al de Copia, salvó ese maquillaje a blanco y negro, su cuerpo tenía una túnica azul con muchos decorados y tan brillante que me costó trabajo verle sin entrecerrar los ojos.
—¿Estás bien? — me pregunta el hombre. Incluso era su voz.
—Sí... ¿Qué pasó? — le dije.

Enseguida me puse de pie, olvide a Emeritus III, pero, ¿Dónde está?
Muchas dudas cruzaron por mi cabeza, pero la primera de ellas fue el como logré regresar a la vida, mire hacia mi abdomen y de reojo mire como el papa Emeritus IV
Se ponía de pie. Mi herida desapareció, solo tenía la mancha de sangre en mi ropa.
El dolor también se había esfumado y sentí una mirada pesada sobre mi
—Él te salvó — me dice con voz agradable.
—¿Quién? — dije mirando al rededor, solo estábamos él y yo.
—Emeritus IV — responde.
Ahora y sin duda alguna tenía mis dudas respecto al hombre frente a mí. Dubitativa me acerque al chico que no apartó su mirada de mi.
—Tu me salvaste — le digo, era un poco obvio
—No... ____(t/n), soy yo, Copia, solo que mi aspecto cambio un poco — me dice.
Ahora echa su cabeza hacia atrás y toma una gran bocanada de aire.
"Deus in absentia".
Dice y su rostro enseguida se volvió a transformar, su ropa se desvaneció, dejando a la vista el característico traje negro que Copia usaba, su maquillaje se consumió y dejo a la vista el rostro original de Copia.
—Emeritus vive dentro de mí. Como dice el propósito, solo debo decir la palabra y el aparecerá — me dice y se acerca.
—¿Entonces, literalmente tienes adentro a otro hombre? — pregunté señalando absorta.
—Algo así. Puedo escuchar sus pensamientos y adoptó su aspecto físico... Pero solo eso —. Ahora de su ropa me entrega el collar de Emeritus—. Tú fuiste la que logró liberar el alma de Emeritus IV, y para compensar eso que hiciste por él, me ayudó a hacer realidad tu deseo.

Mi mirada cambio.
—Yo no te pedí revivir — regañé.
—Pediste que fuera feliz y libre... Pero, era más que obvio que no podría ser feliz, sin ti a mi lado —.
Otro escalofrío. A pesar de que ya no sentía dolor, aún tenía ese espasmo en mi abdomen.
(acaba de regresar de entre los muertos, era claro que algo malo pasaría en mi cuerpo)—. Por eso estás aquí, él te trajo devuelta a la vida — me dijo y dió unos pasos hacia mi.
—¿Qué más paso? — le pregunte.
Tenía mis dudas aún.
—Te lo explicaré. Lo prometo, pero debemos salir de aquí, antes de quedarnos encerrados para siempre, y está vez de verdad. Este lugar ya no tiene propósito sin un prisionero, y ya no lo soy más, así que la puerta se bloqueará — me dice y toma mi mano. Tu tacto frío me confirmó que era Copia... Mi Copia, era él con el que hablaba.
—Pero... — dije.

El enseguida me beso. No hice nada más que ceder. Fue tan maravilloso, que me fue inevitable sentir tanta felicidad ahora.

"Lo logré"
Dije a mis adentros disfrutando de aquellos labios que me deleitaba disfrutar.

Al separarme, mire sus ojos, y mire estupefacta su ojo color blanco, me deslumbró el rostro, estaba prácticamente brillando.
—Alguien más quiere agradecerte— me dice y con sus manos me dió la vuelta.

Eran los ghouls y las ghoulettes... Estaban por primera vez sonriendo y parados frente a mí.
—Ellos como yo fueron prisioneros de Emeritus, y también eran los únicos que sabían lo que pasaría este día, podían ver el futuro... Y sabían que algún día los ibas a liberar, por eso venían en tu cumpleaños, para honrar el sacrificios que hiciste.
Te están dando las gracias  — me dice y puso su barbilla en mi cabello
—Yo no fui quien asesino a Emeritus — le dije y los mire con detenimiento. Se veían agradables
—No, pero gracias a ti fue posible, tú me diste mi propósito a fin de cuentas —.
Les di un saludo con mi mano y ellos correspondieron, creo que serían las primeras personas en rendirme tributo de aquella manera.

Sonreí y les mire hasta que se desvanecieron en la oscuridad.
—¿Y como salimos de aquí? — le pregunto.
—Por la puerta — ahora, y con su mano, se aferró a la mía.
—Antes de salir, debemos de decir nuestra palabra... La palabra para salir de este lugar.
Tome un tiempo para pensar, justo ahora tenía dos posibles palabras en mi cabeza.
—La que me decías para regresarme a mi "realidad" — dije.
—Exacto, al mismo tiempo — me dice y ambos fuimos a la puerta.
Estaba tan confundida que no me tomaría la molestia de preguntar sobre más cosas, supongo que ahora tendríamos toda la libertad del mundo para hacer esas preguntas después.
Entramos a la puerta sin duda alguna,
Esta vez los efectos que se producía en el cuerpo de Copia cuando intentaba salir de la habitación, no sé presentaron, estaba tan sano, incluso más que yo.
Al llegar al borde, mire con éxtasis la oficina, los instrumentos de los chicos y algunos artefactos en el piso.
Me encontré con los ojos de Copia, y tome su rostro.
Nos tomamos nuestro tiempo para asegurarnos de decir la palabra al mismo tiempo y sin mas, la decimos.

"Duerme"
tan perfecto que pareció imposible.

Enseguida una luz blanca me hizo cerrar los ojos. Me petrificó unos instantes, pero al sentir la ausencia de Copia, desperté.
Estaba en la sala principal, Sentada en el sillón... Sola.
—¿Copia? — dije a los aires. Posiblemente esté en algún lado de la casa—¿Copia? — dije y me puse de pie.
Di unos pasos hacia la escalera, no había señal de Copia.
llevaba puesto mi vestido elegante, el que Tobias me regalo el día que conocí a Avelinda.
—¿Cómo? — dije y estire las prendas que me cubrían, enseguida, mire hacia mi cuello. El collar... Mi collar estaba roto—. No... — dije y mire el alboroto en mi escote—. Estaré idiota — quizá ocurrió cuando salí de la puerta.
—No digas eso — sentí un regaño a mis espaldas.
Era Hannah.
—Lo siento... Oye — dije pero me interrumpió.
—¿Te cambiaste... Por qué?— me dice mirando el vestido
—Ni yo lo sé... Pero, ¿no has visto a alguien aquí, a un hombre? de casualidad— insistí y mire por encima de las escaleras. Justo a penas reaccione que estaba en casa devuelta.
La mansión Forge.
—¿Qué... No? Solo Asbjörn y papá — me dice y subí a las escaleras confusa.

Fui a mi habitación, a la recamara de huéspedes, la oficina una vez más.
El símbolo de la puerta desapareció; quería tomarle importancia, pero lo deje pasar. Incluso fui a la habitación de Tobias y estaba vacía.
¿Habrá funcionando?
Me pregunté
—¿Dónde estás? — me dije y seguí mirando desesperada a todos lados de la mansión Forge.

"Copia"
Dije en mi cabeza.
"¿puedes escucharme?".

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dance with the devil: Ghost Donde viven las historias. Descúbrelo ahora