dance with the devil: Ghost

Part. 3

_______________________________________

Seguía con esas ansias de escuchar una vez más su voz.

"Te... Necesito.
Ahora entiendo todo"

Esa fue la frase más larga que le había escuchado decirme.
Me sentí un poco aliviada, pero al mismo tiempo la necesidad de estar junto a él lleno mi mente de ideas.
De posibles planes alternativos que podría tomar para ir con él.

—¿_____(t/n)? — escuché a Asbjörn quien estaba a unos pasos de mi.
—Claro... Ya voy — incluso olvide en dónde estaba y a lo que venía inicialmente.

Llegamos a una de las mesas lejanas al fondo del establecimiento y Hellmånt llegó con todos los ánimos que desbordan mediante una sonrisa linda y amable.

Ahí y sin rodeos le conté sobre mi idea, y simplemente, no podría estar más entusiasmado.
—Jag hade ingen aning om att Tobias hade ett band. (No tenía idea de que Tobias tuviera un banda).
—Sí. Son muy buenos y creo que sería una muy buena idea para el entretenimiento de tu restaurante, además, también ayudaría a Tobias y a los chicos; la banda crecería y se harían más conocidos — le comenté amable. Y enseguida llega Grinner.
—Él habla tu idioma, solo que le cuesta un poco de trabajo; habla más lento solamente — me advierte Asbjörn, y con el tiempo suficiente para no cometer el ridículo; como lo hice con Hellmånt, intentando presentarme.
—No había tenido la oportunidad de conocerte en persona. Tobias no dejaba de hablar de ti y de lo maravillosa que eres — me ruborizó un poco. (todos decían eso sobre mi).
—Me llamo, Grinner. Soy el dueño de esta parte del restaurante — me señala la parte de atrás, incluyendo el escenario.
—Es un placer... Me llamo _____(t/n) — Dije con la Mejor dicción que pude.
—Un gusto— continúa no sin antes estrechar mi mano—. Me fue inevitable escuchar sobre Tobias y una propuesta de música — sonríe y toma asiento al lado Hellmånt—. Suena interesante, ¿Quién más toca en su banda?
—Bueno... Neil's y Pers... Chris y Dylan y Laura — Dije con esperanza de que los conociera.
—Laura... En verdad, quién lo diría — comenta con una amplia sorpresa—. Ella y yo fuimos compañeros de clase en la escuela... y nunca me imaginé que le gustará las bandas, trabajos en conjuntos y ese tipo de cosas — dice y extiende una mano en modo de relajación.
—Es una excelente pianista, igual que Dylan — le comento.
Enseguida su expresión cambio a una un poco más seria. Las miradas entre Hellmånt y Grinner se volvieron cómplices.
—Checaré el itinerario... Te enviaré una carta, para darte el día en el que pueden presentarse. ¿Quieres que la envié a Tobias o a ti? — Pregunta antes de acomodar sus cabellos castaños y rizados.
—A mi... Será una sorpresa para los chicos — le dije y sonríe satisfecha.
Lo había logrado, ahora solo me falta convencer a Tobias y a los demás.

Conversamos un rato más, en realidad, de cosas totalmente improvisadas, sin embargo, el horario de trabajo de los chicos se veía limitado debido a la gran cantidad de gente que llegaba al local.

—Me cayeron bien — le dije a Asbjörn Quien manejaba sobre las sombras y penumbra del bosque espeso.
—Si lo sé... Son muy agradables, y me sorprende en verdad lo mucho que han logrado en estos años — dice con un suspiro, como si recordara sus desgracias.
—¿Hace cuánto están casados? — le pregunté curiosa.
—Unos años, aunque les costó mucho trabajo conseguirlo. Cómo sabes la sociedad es un poco cerrada, les asusta lo "diferente". Pasaron dos años hasta que lograron hacer que un abogado quisiera poner en regla todo aquello del matrimonio. Tiempo después y con ayuda del señor Forge, adoptaron a dos hijos: una niña de quince años, Hilla y su hijo de ocho, Kale —.
Cuando Asbjörn dijo aquel nombre recordé a Ann y del chico que me platico.
¿Qué pequeño es el mundo?
Me dije en mi cabeza. Y llegamos al fin a casa.

Ya adentro, me sorprendió la ausencia de Tobias, a decir verdad imaginé que Emeritus ya Había hecho de las suyas para acabae con su vida. Los nervios me envolvieron, pero disminuyeron al ver a Boel Tranquila.
—Hola — dice Boel, y nos recibe.
—Hola... ¿Y Tobias? — le dije mirando a los alrededores.
—Fue al trabajo, al parecer surgieron unos problemas que tuvo que ir a resolver en persona — dice la chica y nos da el paso a la sala.