dance with the devil: Ghost

Ratas

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Mi corazón latía con demasiada velocidad, de ser posible, creo que en cualquier momento se saldría de mi pecho con otro latido.
Todos estaban abajo, ocupados en aquella cena que Avelinda tenía en mente.
Tendría el tiempo suficiente de ir y regresar. (Si es que regreso).

Me puse uno de mis abrigos, me acomode el collar entre mis prendas y tome el pedazo de hoja en dónde tenía escrito el propósito de Copia.

Fui a la oficina y cerré la puerta.

"Si no funciona, volveré a la búsqueda"
Dije y me puse frente a la puerta.

Recordé todos los días pasados a este momento. Cada día, de todos los meses de este año lejos de Copia, venía a la puerta y la abría, con la esperanza de que algún día se abriera; así que no me parece tan extraño estar nuevamente aquí.

Tome la perilla plateada y abrí la puerta con cierto humor apagado.
Cerré los ojos, no quería ver nuevamente aquella pila de ladrillos, piedras y cemento bloqueando el pasillo.
Suspiré y tome aire intentando abrir a cada momento los ojos.
Escuché como la puerta se abrió totalmente, y apague un susto diminuto.
Apreté mis manos en forma de puños y tome otra respiración esta vez con la boca.
Abrí lentamente los ojos.
Un escalofrío recorrió mi espalda, cuando a penas vislumbre lo que estaba enfrente de mí, como una brisa de aire me golpeó el rostro.

"Será posible".
Al abrirlos por completo, mire hacia enfrente.

El pasillo estaba frente a mí, y alcance a ver desde lo lejos la habitación color rojo en la Copia seguramente esperaba.
Mis ojos se formaron llorosos.

"Solo espero que no sea un sueño"

Dije y me acerque más.
Mis piernas parecen gelatina, y mi espalda estaba temblando de manera que era visible para cualquiera que me viera.
Avance un poco más, sentí que me caía al dar un segundo paso.
Levanté la mirada un poco asombrada y feliz; esto quiere decir que vería a Copia... Después de todo este tiempo.
Enseguida, mire como Copia apareció del otro lado del pasillo.
Lleva puesto un traje blanco, su bastón y un sombrero del mismo color.
Sentí una gran felicidad al verlo y di unos pasos más hacia adentro de la puerta.

Su mirada se encontró con la mía.
Estaba tan feliz que comencé a llorar.
Él no produjo ningún movimiento, hasta que comenzó a correr en mi dirección.
Al mirar como su cuerpo comenzaba a producir esas heridas notables en su cuerpo corrí para apartarlo del pasillo.
Sentí como mis manos tocaron su pecho y finalmente lo abrace.

Mis lágrimas lo llenaron de humedad, sentí como sus manos acariciaban mi cabello.
—Hola — escuché su voz.
Demonios estaba a punto de caerme a sus pies.
—... ¿Eres tú? — le dije y me aparte un poco—. Lo lamento, no quería irme... Emeritus me obligó... Nunca te abandonaría de aquel modo y lo que dije tampoco era verdad — no me percate de todas las cosas que le decía hasta que una de sus manos me interrumpió.
—Lo se... Me di cuenta cuando dijiste lo de Tobias. Y cuando le dijiste a Asbjörn lo de tu sueño — me dijo y acarició mi mejilla delicadamente.
—¿Con Asbjörn? — dije impresionada.

"Todo este tiempo siguió mirándome atravez del collar"

—¿Sabes que fue lo más difícil de estar aquí todo este año?— me pregunta. Una pregunta retórica que decidí no contentar—. Que a pesar de poder verte y escuchar lo que pensabas, en ningún momento pude estar ahí para ti. Solo te cantaba en las noches o cuando era necesario — me dijo y finalmente. Quería besarlo.
—Era tan doloroso, pero escucharte me ayudaba a seguir adelante — me apoye de su cuello y me acerque a sus labios.
Un ruido nos distrajo.
—Ratas — dice él tomando mi cintura—. Fueron mi única compañía durante este año. Me di cuenta que no son agresivas si no les haces nada, de hecho son agradables— comenta y la felicidad de escuchar sus comentarios sarcásticos dieron satisfacción a todos mis sentimientos reservados.