CAPÍTULO XXXVIII

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Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados

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―¿Qué quieres ser cuando seas grande, Uraraka-chan?

La pequeña niña de grandes ojos avellanos dirigió su mirada a la maestra de primer grado que la observaba con atención. Ochako dejó a un lado sus crayones y tomando entre sus pequeñas manitos el papel con su dibujo, se lo enseñó a la maestra. Era el día de "Yo cuando sea adulto", una fecha importante porque muchos niños dibujaban cómo se veían como adulto.

El dibujo de la niña castaña fue la de un hombre vestido de blanco, un gorro alto y un cucharón en su diestra. Los demás niños se acercaron a ella para ver su dibujo y muchos echaron a reír con ganas.

―¡Uraraka quiere ser un hombre! ―Dijo uno de los niños.

―¿Eso qué tiene de malo? ―Preguntó en un puchero Ochako, mirando a la maestra quien no sabía cómo interpretar el dibujo de su alumna. Tomó el papel en sus manos para mirar a la niña.

―¿Por qué dibujaste a un hombre vestido de blanco, Uraraka-chan? ―Preguntó la maestra.

―No es un hombre vestido de blanco ―Respondió la niña sonriendo―. Es mi papá. Quiero ser como él cuando sea grande ―Sonrió de oreja a oreja―. Mi papá es un superhéroe.

Los demás niños siguieron riendo y burlándose de la castaña pero ella miraba con ojos brillantes su obra maestra. Su profesora volvió a hablar.

―Los padres siempre serán vistos como seres invencibles ―Respondió la maestra haciendo callar a los niños burlones.

―Mi papá es el mejor de todos ―Continuó Ochako mirándola―. Saca sonrisas en las personas cuando comen su comida. ¡Quiero su súper poder!

Ochako despertó del recuerdo pueril al sentir cómo una mano tomó la suya. La castaña parpadeó un par de veces al reconocer la imagen de Katsuki delante suyo, el hombre le acercó un vaso descartable con café. Ochako observó a su alrededor recordando que se encontraban en la sala de espera del Hospital, sentada en unos incómodos asientos metálicos, frente a una pantalla electrónica en donde un canal para niños puesto en silencio, trasmitía una escena familiar.

Levantó su mirada a la rojiza de Katsuki, él seguía apretando una de sus manos entonces ella aceptó su vaso de café. Se sentó junto a ella después. Faltaba un poco de quince minutos para que la medianoche llegara y el día acabara.

Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora