CAPÍTULO XIX

1.7K 156 111
                                    

Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

Advertencia: Lemon explícito.

Advertencia: Lemon explícito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Viernes diecisiete de abril. Díez y media de la noche. La quietud en el complejo de departamentos Meraki's Place daba paso a los últimos preparativos para la fiesta de bienvenida al edificio para la pareja de Ashido Mina y Kirishima Eijiro. Ochako se encontraba en el baño ultimando su maquillaje para esa noche, nada muy cargado, sólo un poco de sombra de tonos naranjas y nude, un labial rojizo y delineado negro en los ojos. Llevaba allí un rato, Katsuki mientras tanto, terminaba de vestirse en su propio cuarto, seguía dándole vueltas a la conversación que tuvo con su madre, aún no se lo había dicho a Ochako, de hecho no volvieron a hablar del asunto del departamento por el resto del día.

Él salió de su cuarto y vio el pequeño horno eléctrico encendido pero Ochako no se encontraba allí, fue al baño para hallarla. Bakugo se recostó contra el marco de la puerta para verla terminar de colocarse rímel por las pestañas.

―¿De verdad dejaste el horno sin supervisión? ―Preguntó Katsuki―. Si estabas en horario de trabajo, te podría volver a suspender.

―Es una suerte que no lo esté ―Respondió ella terminando de arreglarse―. Termino en un segundo.

―¿Por qué la insistencia con maquillaje? Te ves bien de todas maneras ―Dijo distraídamente. Ella dejó lo que hacía parar mirarlo con sorpresa, él comprendió sus palabras un segundo después―. ¿Por qué me miras así?

―Por nada ―Sonrió ella―. Bien, chef. Le cedo el baño, terminé con lo mío.

Katsuki rodó los ojos y la dejó salir. Cerró la puerta tras de sí.

Ochako se dirigió al horno para supervisar sus tartas con una sonrisa en los labios; había preparado dos tartas, una de limón y otra de fambrueza porque sabía que era la favorita de Mina. Terminó el tiempo de cocción y los retiró con cuidado del horno, depositándolas sobre la mesada de granito. El delicioso aroma la hizo ampliar su sonrisa.

La segunda tarta se lo había preparado a Katsuki; no había hablando más del asunto, pero por el modo en el que lo veía sin tanta tensión encima, parecía haber conseguido lo que ambos anhelaban. Pero seguía la duda latente en ella.

Lo vio salir del baño, peinándose el cabello sin mucho esmero; no pudo ocultar su sonrisa, porque haga lo que haga, el cabello de Katsuki parecía no ceder ante nada. Lo vio acercarse hacia ella.

Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora