CAPÍTULO XXXIV

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Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

Shinso Hitoshi extendió la carpeta que trajo bajo el brazo y el cual cuidó con recelo todo el trayecto hasta la gran casa Bakugo

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Shinso Hitoshi extendió la carpeta que trajo bajo el brazo y el cual cuidó con recelo todo el trayecto hasta la gran casa Bakugo. Miró a los ojos al presidente de la empresa About Life Coffee, tenía los ojos tan rojos como la sangre misma y la mirada tan intensa como los rumores decían. Vio al hombre tomar su carpeta y con su mano libre, ofrecerle asiento con el gesto.

Midoriya Izuku le había escrito el día anterior para preguntarle por un portafolio con sus trabajos en gabinete y las obras realizadas en la constructora en la que trabajaba con su padrastro, Aizawa Shota; no había entrado en detalles hasta que mencionó de un posible cliente, nada más y nada menos que el actual Presidente de la Empresa Cafetera, About Life Coffee. Y allí estaba, de pie frente al escritorio del hombre rubio de mirada rubí, quien yacía sentado en la comodidad de su gran sillón, ambos resguardados dentro del despacho particular dentro de la gran casa Bakugo.

―Deku me recomendó tu trabajo ―Dijo Bakugo sin mirarlo, su rojiza mirada se dirigía al portafolio de trabajos que el gabinete de arquitectura Aizawa-Shinso representaba.

―Midoriya es un conocido mío y de mi padre ―Contestó el de hebras liliáceas―. Me sorprendió que me contactara para pedir presupuesto, aunque eso fue antes de saber que sería para usted.

―Sí, tengo un proyecto en mente ―Respondió dejando a un lado el portafolio del arquitecto para ponerse de pie; Shinso comprobó entonces cuán grande e imponente era la figura del afamado presidente cafetero.

Los pasos de Bakugo fueron hasta una mesa cercana a su escritorio, Shinso no había pasado por alto la cantidad de planos de aspectos viejos que yacían enrollados sobre el mueble cuando llegó. Vio a Bakugo tomar uno en particular para regresar a su escritorio y extendiéndolo delante, Shinso supo a qué proyecto se refería.

―Quiero abrir un restaurante aquí, en mi casa ―Dijo de pronto Katsuki―. De ser posible, quiero que esté listo para finales de año.

―Pero falta un poco más de un mes para eso ―Respondió Hitoshi.

La mirada rojiza del hombre se dirigió a la oscura suya. Lo vio enarcando una ceja y supo por qué muchos le tenían respeto y temor en partes iguales a la nueva cabeza de los Bakugo.

―Si representa un reto para ti, buscaré otro estudio de arquitectos. ―Las manos de Bakugo iban a cerrar los planos pero entonces, Shinso apoyó su palma sobre la hoja, impidiendo movimiento alguno.

Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora