Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.
Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.
Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.
Bakugo había despertado y no vio a Uraraka por ninguna parte. Desde hacía tiempo que sus tontos juegos por quién se acaba el agua caliente habían finalizado, ya no se preocupaba por despertarse temprano para ello; pero ese día, Ochako sí lo había hecho. La noche anterior, tuvieron una discusión extraña, él seguía sin comprender muy bien pero recordaba que ella había dejado en claro que prefería al policía cuatro ojos. La farsa que habían montado terminó en un beso improvisado que se llevó más de lo que le gustaría admitir.
Y pensar en Ochako prefiriendo a Iida Tenya le sabía horrible.
Se aseó deprisa, no se molestó en desayunar nada, sencillamente, caminó hacia Towers llegando a la hora de siempre; no esperó que Ochako haya sido una de las primeras empleadas en ingresar al local, pero al menos sabía por qué se había levantado tan temprano. No quería verlo.
Cruzaron miradas cuando él ingresó a la cocina, todos los empleados llevaban su uniforme puesto y aguardaban las indicaciones del jefe de chef para iniciar le día. Él miró a Ochako antes de que ésta bajara su vista a sus pies, no tuvo mejor respuesta que esa. Dio la orden y todo comenzó a moverse.
El domingo en Towers dio inicio y con él, la lista de pedidos que, aunque no eran muchos, mantenía a todos ocupados. Bakugo circulaba por la cocina, supervisando los platillos, lanzando indicaciones como siempre pero notaba que Uraraka estaba muy tensa. Casi nunca la veía así, pero ese día parecía no ser ella.
―No todos tuvieron una buena noche, al parecer ―Escuchó a Monoma decir cerca de Ochako. Neito encontraba divertido molestar a sus empleados de vez en cuando, pero los últimos días se había tomado el tiempo y dedicación de volcar aquel pasatiempo sobre Uraraka. Ese día no parecía ser la excepción―. ¿Problemas con el creme brulee?
―Monoma ―Llamó Bakugo entonces, el aludido volteó a verlo con curiosidad―, yo pensaría dos veces. Recuerda que Yaoyorozu tiene su atención puesta sobre ella.
Todos miraron al jefe de cocina proferir esas palabras, todos incluso Uraraka, voltearon a verlo sorprendidos. Era la primera vez que Bakugo hablaba así a Monoma frente a sus empleados y aquello no fue desapercibido por el hombre que sólo levantó sus manos a modo de inocencia, alejándose de Uraraka.
―Al parecer, sí hay una favorita en la cocina ―Comentó con cizaña para empeorar las cosas.
Ochako no lo miró, continuó con su postre para entregarse cuanto antes. La mañana continuó con ambos ignorándose, aunque es verdad, sus palabras deteniendo a Neito, sirvieron para que ningún tipo de bromas se levantaran hacia nadie y la mañana avanzara de manera productiva.
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Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)
RomanceBakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda...