Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.
Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacía su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.
Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.
Bakugo Masaru odiaba volar y cada vez que sus pies subían los escalones para abordar el avión privado de su familia con destino al aeropuerto romano, su corazón se aceleraba deliberadamente. Masaru nunca fue un hombre valiente o al menos, no se consideraba como uno; a diferencia suya, su hijo Katsuki sacó todo el carácter por parte de su esposa, Mitsuki, y no había día que no agradeciese los genes de su esposa al ver cómo su unigénito crecía cuestionando y rebelándose ante todo lo que consideraba erróneo.
Katsuki tenía apenas unos ocho años cuando realizó su primer viaje en avión y quien estaba más asustado era su padre. Katsuki siempre mostró aquel espíritu aventurero y desafiante, le gustaba tomar riesgos desde joven y cuando su pequeño cuerpo sintió cómo todo a su alrededor se estremecía a consecuencia de la turbulencia que afectaba el avión, sus ojos enseñaban fascinación y su sonrisa era tan grande que por un momento, Masaru sintió la necesidad de abrazarlo temiendo que éste rompiera en llanto, pero lo único que salió de Katsuki fue una carcajada llena de energía, repitiendo cuán increíble se sentía ser "golpeado" por el aire.
―Papá, si tienes miedo, toma mi mano. ―Masaru dirigió su atención a su hijo de ocho años sentado junto a él, extendiéndole su pequeña manito con la idea de ser la contención emocional de su padre.
Masaru sonrió apenado y no dudó en tomar la mano de su hijo. Katsuki sonrió y en sus mejillas lució un sonrojo orgulloso, él estaba cuidando de su papá y eso lo hacía sentirse tan grande.
―Tengo a mi héroe sentado junto a mí ―dijo Masaru apretando ligeramente la mano de su hijo. Katsuki lo miró con ojos brillantes, le gustaba escuchar a su padre halagarle de ese modo.
―Siempre que tengas miedo, estaré a tu lado, papá ―respondió Katsuki sin dudarlo, encendiendo su pecho con el orgullo pueril de saberse el protector de su padre.
Pero el día que Masaru subió al avión que lo llevaría una vez más a Italia, Katsuki no estaba con él. ¿Qué sucedió? Bakugo Shoen sucedió, como siempre que su hijo terminaba alejándose de todos, incluso de él.
Otra discusión entre Shoen y Katsuki, otra vez el asunto de "ve con tu padre y aprende de él; después de todo, ésta será tu empresa una vez él ya no esté". Odiaba, odiaba tener que presenciar cómo su hijo de veintitrés años ya no enseñaba brillo en sus ojos, sólo rabia, sólo dolor, sólo decepción.
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Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)
RomantiekBakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda...