CAPÍTULO XXVII

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Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados

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Seis Meses después.

El otoño se había instaurado en Japón como uñas desgarrando lo poco que quedaba en las copas de los árboles; las frescas brisas removían las últimas hojas que luchaban por no soltarse de sus ramas, incapaces de afrontar su realidad y su tiempo. Noviembre estaba dando inicio cuando ella desfilaba sus pies envueltos en sus botas cortas sobre la alfombra de hojas rojizas o naranjas que bañaba el sendero. Sus cortos cabellos castaños hondeaban el viento y ella sólo podía resguardarse cada vez más en su abrigo oscuro para escapar un poco del frío.

Sus pies llegaron hasta la famosa pastelería Sadaharu Aoki, una reconocida tienda con estilo parisino gracias a su fundador Sadaharu Aoki, quien después de regresar de Francia, abrió su propia cadena de repostería y pastelería, con sabores internacionales y toques asiáticos.

Ingresó al local, abriendo la puerta que la separaba del ambiente fresco a la gran pastelería de tonos cálidos y pastel; el calor del interior la abrazó casi de inmediato, deshaciéndose de la corriente de frío que se colaba en sus piernas recubiertas con sus medias finas negras. El sonido de la campanilla sobre el dintel de la puerta anunció su llegada apenas ingresó, llamando la atención de las personas ubicadas tras la mesada de exposición de postres.

―¡Uraraka-chan! ―Canturreó emocionada Shiretoko Tomoko al verla acercarse. Su colega la saludaba con euforia, sosteniendo una bandeja de vasos tipo shots con mousse de Fresa y Vainilla.

―Tomoko, vas a estropear los shots ―Dijo en reprimenda Tsuchikawa Ryūko, otra de sus colegas. Cuando Uraraka Ochako llegó hasta ellas, Ryuko le dedicó una sonrisa―. ¿Qué tal para tu primer día como instructora, Uraraka?

―No he pegado un ojo de la emoción ―Dijo la castaña con pena, haciendo reír a sus compañeras―. Sólo espero no arruinarlo.

―¿Arruinarlo tú? ―Chatora Yawara se acercó a ellas colocándose su filipina con cuidado, sonriendo a la más joven del plantel de reposteros que contaba la tienda―. Cada día te perfeccionas más y más; no por nada el dueño quiso que seas la encargada de instruir a los nuevos empleados.

Ochako sonrió a su compañero tras escuchar sus palabras.

―Claro, pocas personas logran lo que tú has conseguido en pocos meses ―Comentó Ryuko―. Ten más confianza en tus habilidades, Uraraka.

Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora