Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.
Summary: Bakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda de la nueva inquilina para jugar fuego contra fuego contra su familia... Claro, si sobrevivía al infierno que implicaba convivir con él.
Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.
Sus manos siempre fueron rápidas, ágiles, certeras cuando manipulaba algún elemento en su cocina. Sus movimientos eran precisos y nunca necesitó mucho tiempo para preparar una exquisitez. Fue así cómo se hizo lugar en el mundo en donde se movía, se ganó respeto, se ganó temor y principalmente, una reputación. Había iniciado su trayectoria cuando tenía veintidós años, sin embargo, su incursión a la cocina fue desde mucho antes, de manera clandestina cuando su padre aún vivía, lo instaba a continuar, por más peleas que desatara con su abuela o sus tutores, Bakugo Katsuki siempre fue bueno para llevar la contra, para hacer explotar cosas si no conseguía lo que quería.
Siempre fue así.
Sin embargo, ese domingo su cuerpo no parecía ser el mismo. Se movía lento, sentía el cuerpo ligeramente pesado, la cabeza pesaba y los oídos zumbaban vagamente. Miraba a su alrededor, su cocina seguía moviéndose al mismo ritmo de siempre, todos trabajando arduamente, los ruidos y aromas chocaban y él se sentía saturado.
―¿Te encuentras bien? ―Escuchó a Sato preguntarle cuando estuvo a su lado. Él lo miró con el ceño fruncido―. Hace un rato sigues con ese filete.
―No necesito una niñera, Sato. ―Se secó su frente con el dorso de su brazo―. Métete en tus asuntos.
Rikido sólo se encogió de hombros para llevar su bandeja de postres frescos al mostrador que tenían en el restaurante. Bakugo continuó su trabajo, aunque sabía que Sato tenía razón, se estaba demorando y la clientela del domingo pareció aumentar. Sus movimientos fueron lentos ese día.
Las puertas de la cocina se abrieron entonces, uno de los mozos comenzó a buscar con la mirada a alguien en particular hasta dar con el jefe de cocina. Se acercó a él.
―Bakugo-san, lo buscan en la mesa tres ―Habló el empleado.
―¿Quién es? ―Preguntó de mala gana.
―Se presentaron como "amigos íntimos". Es una pareja ―Explicó.
Bakugo rezongó sin ganas, dejándole el trabajo del filete de carne a otro empleado, comenzó a seguir al mozo fuera de la cocina, limpiándose las manos con un trapo que guardó tras su espalda al acercarse a la mesa en cuestión. Frunció aún más su ceño al reconocer al par de idiotas que se jactaban de ser sus "amigos íntimos".
―¡Hey, viejo! ―Saludó Kirishima con entusiasmo―. Como no respondes a las salidas grupales, venimos a verte.
―Sí que eres difícil de visitar, eh ―Dijo Ashido con una sonrisa.
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Cómo pactar con el diablo (y no morir en el intento)
RomanceBakugo Katsuki iba en contra de los intereses de su familia y nunca estuvo verdaderamente interesado en heredar la empresa de su abuela, él hacia su vida a su modo. Pero cuando su cuenta es congelada y su departamento alquilado, necesitará la ayuda...