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Oh, what a perfect day
Why do you have to go away?
Now the sky's so grey
I think I'm gonna be okay

。:*•.─────  ❁❁ ─────.•*:。

Ella me miro y solo sonrío, aún estando golpeada, seguía sonriendo.

Admirable, Haruno Sakura.



— No se que sientas, no tengo tus habilidades, pero puedo ver que te preocupas por tus dos hermanos... - habló ella- Estás entre una espada y una pared, no sabes qué hacer....

Uso sus puños para romper el suelo, el cual me hizo tropezar.

Será mejor que cierre la boca.

— Cometí un error al no poder hacer nada cuando Sasuke se fue de la aldea, solo me quede llorando sin poder hacer nada más. - suspiró, aprovechó que seguía en el suelo recuperando mi Katana, piso fuertemente en mi brazo impidiendo que la alcanzara - Pero he entrenado, y se que puedo ser más fuerte...

Una pequeña lágrima salió de mi mejilla, resbaló y la quité en seguida.

— Demuéstramelo.

Volví a tener el control cuando cuece mis piernas con una de las suyas, la hice ahora probar el polvo mientras intentaba darle con la Katana, pero se movía tanto.
O quizá solo no quería darle.


Y las horas pasaron entre un combate que podía decirse, fue divertido. Me olvide de mis malos momentos y tuve la oportunidad de conocer más a Sakura, la chica que está locamente enamorada de mi hermano.

Después de escuchar algunas bombas, supe que algo malo estaba pasando.

Así que tome el cuerpo de Sakura, que yacía desmayada en el piso y comencé a ir en dirección de donde provenía el sonido.
Había terminado con ella minutos atrás, pero inspeccionaba que no tuviera heridas internas.

Solo dos costillas rotas, sabe usar Jutsu de curación así que eso se lo dejaría a ella.

Llegue sin problemas, y pude ver que la roca había sido triturada, y que estaba totalmente abierta.

Me adentré y esquivé una roca que me iba a dar en la cara.
Me quede quieta al ver al maestro Sasori en su forma real y a la anciana que los acompañaba, peleando con títeres.

Ambos cesaron su pelea y me miraron.

— Sakura... - dijo la anciana.

— Tranquila, ella está bien. - dije tirando su cuerpo al suelo, con poca gentileza, no podía permitir que el maestro sospechara algo.

— Kiyomi... - habló el.

— Maestro. - me incline hacia el, maldita sea, él era otra cosa estando en esa forma.

Quizá sean los pelirrojos los que me atraen.
No.
Sólo él.

— Ve con Deidara... está en aprietos.

— Supongo que lleva a Gaara con el. No olvide que mi misión es llevarlo de vuelta a su hogar, maestro.

Sentí como la anciana ponía una mano en su pecho, y podía sentir el aura  a preocupación.
Solo los mire confusa. Tome mi sombrilla y me di la vuelta en camino a buscar a Deidara.

Comencé a analizar la situación.
No venían solos, quizá venían con otro equipo pues en Konoha se maneja el usar a tres alumnos con su Sensei , así que ese grupo debía encargarse de quitar los sellos para abrir la puerta.

𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂: 𝑯𝑰𝑫𝑬𝑵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora