𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂: 𝑯𝑰𝑫𝑬𝑵

[13]

Cause every time I'm with you, I go into a zone
And I remember all the places you wanna go
Take me all the way

｡:*•.───── ❁❁ ─────.•*:｡

La arena me dejó de sumergir y cuestión de segundos volvió a subirme.
Una vez que pude quitarme la arena de la ropa, visualicé su nítida silueta clísame hasta mi.
había crecido, claro era obvio. Pero no imagine que crecería tanto. No había rastro de su gran calabaza, ni tampoco de otro guardia.

— Así que eres tú... - hablo seriamente.

— Gaara... - sonreí por dentro.

Mantenía su misma postura de siempre, quizá eso no cambió en absoluto, pero algo había diferente.
No la ausencia de su calabaza.
Algo más.
Había escuchado sobre el niño demonio que cambió y pasó a ser un salvador para la aldea de la arena. Pero prefería las versiones verídicas del autor.
Y estaba frente mío.

— ¿Si sabes que estás siendo buscada por toda la aldea? - me miro fijamente

Arqueo los hombros aún quitándome la arena de mi traje, intentando disimular el proceso de analizar su gran cambio de voz.

— Debo felicitarte por la seguridad, vaya que es genial. - sonreí acercándome un poco. — Pero te falta capacitarlos para personas que saben un poco de espionaje y, ya sabes - alardeo - Como los Anbu de Konoha..

—No buscó ser como ellos... - sonrió leve — y esos Shinobi que merodean la aldea son estudiantes, vaya que elegiste buen día para venir justo cuando mis Shinobi más fuertes están en misiones lejos...

Suelo dejarme llevar por la suerte pero... ¿esto? Vaya que había sido bañada con la bendición de Buda.

— Fue planeado... - guiñe mi ojo- ¿Te lo esperabas, Gaara?

— Suelo esperar lo inesperado... Kyomi.

Mi sonrisa de adolescente enamorada iba a salir, pero fue interrumpida por su enorme ola de arena la cual, me encerró por tener la guardia baja.

No Seas Idiota... ¡Kyomi!
Eres una desertora.
Presunta asesina y miembro (no oficial) de una Organización ilegal.
¿Que esperaba?
¿Un abrazo de bienvenida y una confesión de amor?
Seguramente.

La arena era molesta, y no podía hacer ningún Jutsu por lo fuerte que tomaba mis manos a los lados, sin hablar de que solo mi cabeza hasta mi pecho estaba al descubierto.

Gaara se acercó con más confianza, dando pasos firmes y seguros.

— Preguntaré... ¿Que haces aquí? - estaba a centímetros cerca de mi rostro— y dime la verdad Kyomi...

Estar sumergida en su mirada era un deleite visual tan real que parecía estar dentro de un Genjutsu.

— Yo... - ¿que fue lo que me pregunto? — pasaba por aquí...

— ¿Fuiste tú la del bosque? - no me dejaría en paz.

Asentí leve. — Pero no están muertos si eso te inquieta, sufrieron un paro cardíaco pero se vuelve a estabilizar una vez que los sacan del trance. -agache la cabeza, no me daba mucho orgullo esa técnica — Suena cruel.

— Bastante cruel, Kyomi... - suspiro —  Tengo muchas preguntas.

— Créeme, yo también.

— Pero primero...

La arena se sintió de pronto ligera, no fue hasta que me percate que unos brazos grandes me rodeaban y apretaban con fuerza, y la respiración extra chocaba con mi cabello.

Gaara me estaba abrazando

Mis mejillas se tornaron rojas, no podía moverme seguía bajo la arena pero esta era más débil que antes, y mis manos solo temblaban al no poder corresponder el abrazo.

— Me hicieron mucha falta tus planes absurdos... - ¿me extraño? — Quito decir que... realmente te extrañe.

Podría quedarme así, de verdad que puedo.

— G-gaara... - solté.

Gaara se alejó de mi dejando un vacío.
Se sintió muy frío después de que se alejara.

— No puedo soltarte, no después de que se que fuiste modificada genéticamente por orochimaru.

Eso fue un golpe bajo
Así que Konoha hizo pases con la aldea Sunagakure.
Ya que esa información de mi genética siendo manipulada por el Senin era información que el Hokage sabía.
Orochimaru me lo había advertido si alguna vez mi nombre se expandiera por toda aldea, ya que ese hombre había sido su Sensei. Por lo tanto, conocía sus movimientos.

— No soy su títere si eso piensas... -lo mire- de verdad piensas que viene completamente sola, a una aldea donde hay un kage y un usuario de un Jinchūriki.... ¿Por qué me creo fuerte?

Pareció tomarle lógica, pues con mi argumento poco convincente, quitó su arena de mi.

Y de nuevo, tarde en quitar todo de mi ropa.

— Aún que si acabaría contigo en un instante. - alardeo mientras me estiró, él soltó una risa leve.

— Me alegra saber que estás como siempre, temía que aquellos mercenarios te cambiaran... -comenzó a caminar, yo me seguí. — estás con tu hermano.... ¿De verdad haz estado bien?

El que ya conozca con exactitud quiénes forman parte de Akatsuki, me hace saber que Tsunade, la Hokage tiene un espía bastante confiable y efectivo con la información...

— Itachi no es quienes todos piensan, pero se que no vas a creer en mi palabra. - camine a su lado sosteniendo mi sombrilla, miraba el mango de este ocultando mi mirada, era incomodo que preguntaran por un ser tan noble en la tierra como lo es Itachi.

Pero el mundo tiene su versión mala de la historia; la versión que él eligió seguir.

— Me pides que no confíe en la única persona que creyó en mi.... ¿Te suena más lógico eso? - pare en seco y le mire confundida. — Kyomi, no he olvidado quien frenó a Shukaku cuando este quería acabar conmigo...

Oh cielos. Llévenme de vuelta a la tarde donde conocí de verdad a Gaara.
El ataque de Konoha estaba hecho, Orochimaru peleaba con el Hokage y yo provocaba a Gaara para acabar con toda la aldea, hasta que ví, quien realmente era el monstruo del que tanto temían.
Con ayuda del rubio cabeza hueca del equipo 7 frene a Gaara de acabar con todo y sobre todo, de acabar consigo mismo.

Todo eso evitando que mi hermano Sasuke me viera hacerlo.
Y rogué por horas al rubio por no decir nada al respecto, conseguí convencerlo luego de una tonta promesa.

No era alardeó, pero salvé al rojizo de morir ese día.

— No eras tan malo al fin de cuentas, e hiciste amigos ese día. - sonreí leve.

— Aún en estoy procesando eso - sacó su cuello- pero lo tendré claro algún día de estos... - dejó de caminar y giró a verme, estaba a unos pasos detrás de él — No puedes quedarte mucho tiempo, por más que lo que quisiera  Kiyomi...

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