ma douce prostituée

Capitulo 8

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POV. KARA

Me desperté a la mañana siguiente gracias a un rayo de Sol que había decidido colarse por la persiana y concentrarse en mi cara. Después de unos segundos luchando contra el sueño e intentando abrir mis ojos, conseguí volver en sí y entender un poco lo que me rodeaba.

Estaba boca abajo sobre un desastre que consistía en las sábanas y el edredón blanco que solía cubrir mi cama. A mi lado, una mujer de piel clara y cabellos castaños dormía, también boca abajo, con la cara girada hacia mí. Ambas estábamos desnudas, y yo sentía que mi cabeza podría explotar en cualquier momento, haciendo que mis sesos decoraran mi habitación.

Hice lo que me pareció ser fuerza sobrehumana para levantar

mínimamente mi cuerpo y girar hacía el otro lado, con el objetivo de ver la hora.

Me imaginaba que era tarde, pero mirando los números rojos del reloj estaba segura de algo

Sam me mataría.

Es probable que ella haya estado llamándome, durante las últimas tres horas al constatar que no estaba en la oficina. Confirmaría aquella sospecha tan pronto como encontrará mi celular.

Reuní toda la fuerza de vivir que me quedaba y me senté en el colchón. Sentí mi cerebro girar dentro de la caja craneal como si quisiera salirse de ahí. Esto provocó que mis ojos momentáneamente perdieran el enfoque, lo que me obligó a cerrarlos y tratar de no gritar con la migraña absurda que parecía querer matarme lenta y dolorosamente.

Caminé hasta el baño, encendí la regadera y me metí. Traté de no pensar en nada porque pensar dolía. Salí del baño enrollada en una toalla, cepille mis dientes y camine hacía el closet, eligiendo un pantalón negro y una camisa que parecía ser de algún tono verde.

Me miré en el espejo, la camisa todavía tenía la etiqueta de nueva -la quité- arreglé mis cabellos rubios y pasé un lijero maquillaje por mi rostro, destaque mis ojos azules pasando delineador. No porque tenga un pene significa que debo parecer un hombre. Volví a mi habitación y vi que la mujer aún dormía.

Caminé hacía ella.

¿Cuál era su nombre? Creo que empezaba con G o C...

-Ey... - Le hablé, sostenido su hombro y balanceandolo un poco. Desafortunadamente, hablar también dolía.

-Ey... - Otra sacudida, ahora con más ganas.

Ella pareció sentir y comenzó a despertar.

¿Cómo demonios se llama? ¿Greta? ¿Grace?

-¿Hmmm?

-Tienes que irte. ¡Tengo que ir a trabajar, mi secretaria me va a matar, ya casi son las doce!

Busque su vestido en el suelo mientras intentaba hablar. Al encontrarlo al revés, lo puse del lado correcto y se lo entregué. ¡Gracias a Rao! La chica obedeció, tambaleándose con el vestido en sus manos mientras no me prestaba ni la mínima atención.

Fui a la cocina buscando algún analgésico o cualquier cosa anti resaca. Escuche mi celular sonando bajo, incluso mi audición se sentía como un zumbido irritante y ensordecedor. Caminé hacía la sala e identifique que el sonido venía de la masa de ropa en el suelo.