Capitulo 12

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...12...

POV. KARA

Tuve que decirle la verdad. Porque el alcohol me forzó, pero también porque no veía motivos para mentirle en aquel momento.

Sam me miró por algún tiempo, pero su discreción siempre era mayor que su curiosidad. Ella no sabía a donde iría, o con quien me encontraría, pero era suficiente saber que no le correspondía hacerme preguntas potencialmente indiscretas.

-Seguro. ¿Sabes lo que estás haciendo?. - Preguntó preocupada.

-No. - Admití. - Pero, por el momento, ese es el mejor lugar en el que pueda estar.

Me levanté, terminando el octavo vaso de whisky, y caminé hacía la salida. Oí a lo lejos a algunas personas mencionando mi nombre, pero no estaba dispuesta a comprobar de lo que se trataba. Al fin, no debería ser importante.

Usé mi celular para informarle a la compañía de taxis el lugar a donde el conductor debería venir a buscarme. Después de cinco largos minutos, un coche amarillo se detenía frente a mí.

Entré, cerrando la puerta con un poco de fuerza, y luego le indiqué la dirección del destino.

No esperé ser recibida por quien fuera. Al entrar en el recinto, traté de hacer el camino correcto desde el principio, simplemente ignorando la presencia de desconocidos a mi alrededor o la mención de mi nombre por diferentes voces femeninas.

Subí las escaleras, teniendo cuidado con los escalones que de vez en cuando se salían de enfoque.

Me acordé que a Lena, no le gustaba que estuviera en este estado, e inmediatamente me arrepentí de haber bebido todas esas dosis de whisky. El miedo al rechazo me alcanzó como un golpe, y me concentré para mantenerme equilibrada mientras alcanzaba el último peldaño, caminando un poco tambaleante hacía el pasillo.

Siempre he tenido buenos modales. Afortunadamente, si tenía algo de lo que podía jactarme era de mi educación y mi caballerismo. Así que, sólo podía culpar a la bebida cuando una total falta de clase me tomó, haciendo que simplemente girará la manija de la habitación de Lena y entrase, sin la menor ceremonia.

Encontré la habitación vacía, la cama hecha. Fui poseída por un odio irracional antes de comprobar por qué no estaba en la habitación.

Tal vez ella salió, mi lado optimista argumentó, pero casi inmediatamente fui atropellada por el lado pesimista, diciendo: "o bien ella puede estar en el salón ofreciéndose a cualquiera".

Tal vez una de las voces que decidí ignorar fuera de ella.

No, yo reconocería su voz diciendo cualquier cosa, sobre todo mi nombre.

Tal vez ella pensara que yo no vendría hoy, ya que ayer estuve ausente.

Debo haber divagado por un buen rato, de pie mirando la cama, y entonces un ruido de una cerradura de puerta me despertó.

Miré a la derecha por primera vez, como si antes la puerta del baño no hubiera estado allí, y me quedé mirando como se abría y revelaba lentamente a Lena, mojada de la cabeza a los pies, tratando de enrollarse en una toalla blanca dejando a la vista partes de su cuerpo entre las grietas que la toalla hacia.

ma douce prostituéeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora