ma douce prostituée

Capitulo 61

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POV. LENA

Me desperté extrañamente ansiosa, hoy era miércoles, sólo un par de días me separaban para el gran día. De alguna manera me calmé un poco cuando Eliza nos informó que todo lo que haríamos este día se resumía a probar el buffet. Todo ya había sido organizado por ella y Alex. Por eso, Kara y yo sólo tuvimos que ir hasta el lugar señalado -un tipo salón de fiesta, un poco lejos de casa- para decidir lo que entraría o no en el menú.

Pasamos horas probando dulces, chocolates, canapés, sopas y diferentes platillos más. Alex ayudaba a la tarea, tal vez porque su embarazo le exigía comida. Kara parecía muy interesada en cada platillo, y recordé su gusto por la culinaria. Como mi espalda comenzaba a doler cada día con más rapidez, me senté en una de las sillas, dejé que Kara se encargará de todo, eligiendo lo que quisiera. En realidad no me importaba nada más, sólo que llegará el momento de nuestra boda.

Por la noche Kara y yo tuvimos una pequeña discusión. Cuando me pidió mi documento de identidad y mi acta de nacimiento para finalizar los últimos documentos que faltaban para casarnos, descubrí que Kara había decidido, sola, que nos casariamos en comunión total de bienes. No entendía absolutamente nada sobre asuntos jurídicos de matrimonio, pero sabía lo suficiente para estar segura de que casarse con Kara, firmando un papel que decía que toda su fortuna también era mía, era por lo menos, injusto.

-¿Y qué querías? ¿Separación total de bienes? - Kara se burló.

-¿Sería lo mejor, no?

-¡No!

-Explícame entonces, ¿de qué manera tengo influencia sobre tu fortuna?

-Si me voy a casar contigo, significa que quiero que nuestras vidas se unan. Así que lo que es mío es tuyo, y esa es mi idea total de unión.

-¿Y por qué simplemente no nos casamos sin necesidad de que tu dinero me pertenezca?

-Yo quiero compartir...

-¡Es injusto y claramente ventajoso para mí! ¡Sólo gano con eso!

-¡Y yo no pierdo nada! ¿Por qué eres tan terca?

-¿Y tú por qué siempre decides las cosas sola?

-Pero acordamos dejar los asuntos jurídicos bajo mi responsabilidad.

-Pero no recordaba que teníamos que decidir el tipo de régimen de bienes.

Discutimos por algún tiempo más, hasta que mi cabeza empezó a doler y Kara pareció profundamente arrepentida por ser la causa de nuestra discusión, y demasiado preocupada por mi estado y cómo podría afectar al embarazo. Cuando ya estaba acostada y siendo mimada por Kara, ella intentó convencerme en un tono más calmado, de que no había por que optar por otro tipo de régimen de bienes, y que, si yo continuaba con la misma opinión, podríamos cambiarlo después de la boda.

Para hacer las cosas más fáciles, acepté. Sabía que si continuaba con mi idea, la boda probablemente terminaría siendo cancelada. Además Kara tenía razón, ella no tenía nada que perder, porque si dependía de mí, el divorcio jamás sería una opción.

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Era jueves, y mi ansiedad aumentaba, y fue agravada cuando Kara me dijo que se iba a probar su vestido y no podía ir con ella.