Capitulo 65

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...65...

POV. KARA

-¡Amor, mira esa!

Estaba demasiado feliz, y lo sabía. Las asistentes de la tienda se reían de mi entusiasmo, tal vez porque nunca habían visto a una madre primeriza tan animada. A pesar de que creía que era un fastidio escoger ropa, por algún motivo, mirar aquellas ropitas minúsculas y coloridas me daban ganas de comprar todo.

Ayer, habíamos ido a comprar ropa nueva para Lena, por el embarazo. Hoy estábamos eligiendo ropita para nuestra pequeña.

-¿Otra pieza rosa? - Preguntó.

-¡Claro! ¡Es niña!

Lena se rió.

-¿Y por eso necesita usar sólo rosa? ¿Qué tal ropa blanca o amarilla?

Miré la prenda que traía en mis manos y se la di. Era un vestido muy pequeño de lana blanca con bordados y flores de colores.

-¿Te gustó? - Preguntó.

-Es hermoso... - Respondí, y me volví a una de las mujeres que estaba cerca de nosotras. - ¿Qué otros colores tienen?

-Además de blanco, tenemos lila, rojo y gris.

-¿Podemos llevar los cuatro? - Le pregunté a Lena, haciendo cara de perrito abandonado.

-Sabes que va a crecer antes de que pueda usar todos.

Sabía que estaba en lo correcto. Pero mi hija estaba despertando mi lado consumista.

-Elige uno y después elegimos otros modelos, ¿sí? - Volvió a hablar, notando mi tristeza evidente.

-De acuerdo...

La mujer que nos atendía fue a buscar los vestidos mientras Lena caminaba para ver otras piezas en las perchas del otro lado de la tienda. Antes de que pudiera unirme a ella, fui abordada por una de las asistentes que andaba cerca.

-¿Tu primer bebé? - Preguntó, tratando de parecer casual.

-Sí... - Contesté sonriendo. No podía evitar sonreír cuando hablaba de mi hija. - Nos enteramos que seríamos madres y nos casamos hace una semana.

-Ah... Dificulta un poco cuando somos jóvenes y tenemos muy poco tiempo para disfrutar, ¿no? - Ella soltó, haciendo una cara de pena que no entendí.

-No. - Respondí con vehemencia. - En realidad, creo que no podía ser más feliz de lo que soy ahora.

Ella sonrió, intentando parecer educada, aunque estaba claramente contrariada por mi respuesta.

-Su esposa tiene suerte entonces. - La mujer soltó, para después retirarse, y aunque pudiera haber sido sólo una impresión, noté cierta punzada de celos en su voz.

Miré a Lena. Ella estaba con unas prendas en sus manos, pero me estaba viendo y estaba riendo, como si estuviera presenciando algo divertido, y yo no sabía el motivo.

-Aquí están.

Salté un poco por la voz detrás de mí. Cuando me giré, la mujer que había ido por los vestidos, me los estaba extendiendo para que los tomará.

ma douce prostituéeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora