Capitulo 67

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POV. KARA

OCTAVO MES

-Mañana va a ser la primera clase de Lena. Yo estaré allí. Así que decidimos mejor las cosas. - Mi madre habló animada.

Estábamos en el primer día del octavo mes de embarazo, sentadas en la sala de nuestra casa. Era domingo.

-Bien. ¿A qué hora será? - Pregunté.

-Su horario es de las 6 a las 8.

-Salgo a las 8 del trabajo. - Argumente. - Llego a casa alrededor de las 8:30

-¿Y qué tiene? - Lena preguntó.

¿Qué tenía? Nada. No vería cómo era el tipo. No vería si tenía pinta de violador o asesino. Pero, por supuesto, no estaban preocupadas por ello. Siempre que el profesor gustos-latinos-seductor se presentará en traje de baño con aquella mierda de sonrisa-latino-irritante (que nunca había visto pero ya odiaba), estaba todo bien.

Fui a trabajar al día siguiente muy enojada con la vida, y tal vez fuera incluso inmadurez, pero el hecho era que no me gustaba dejar a mi mujer embarazada, hermosa y con las hormonas alborotadas en una piscina con un tipo que probablemente tenía aquel acento propio de películas eroticas. Lena era sexy y frágil, y él probablemente era el doble de mí. Si él intentaba algo... Aquel fuego que seguramente ese tipo de hombre tenía... Esa sangre burbujeando de voluntad de...

-¿Quieres cerrar tu boca de mierda, carajo? - Hablé alto conmigo misma, y la Sra. Parker, mi secretaria, una señora viuda con 60 años de edad, se asustó con mis palabras y salió de mi oficina inmediatamente, pareciendo horrorizada.

Excelente. Ser tachada de loca era todo lo que necesitaba.

Conseguí el brillante hecho de no concentrarme durante todo el día a causa de eso. Cuando fui corriendo a casa, con el objetivo de tal vez conseguir ver al sujeto, él ya se había ido. En vez de eso, encontré a Lena dentro de la piscina con mi madre que estaba sentada en un camastro fuera de esta, las dos charlando y riendo como niñas. La empleada ya se había ido.

-Buenas noches, cariño. - Mi madre comenzó, levantándose. - Por poco llegas antes de que se fuera Juan.

-Esta bien. - Mentí, pretendiendo no darle importancia a que, en el fondo, ese era mi objetivo. - ¿Como estuvo la clase?

-Excelente. - Lena respondió sonriendo, apoyada en el borde de la piscina.

-No estás cansada, ¿verdad? Recuerda lo que el médico dijo. No puedes exagerar con los ejercicios.

-No estoy cansada.

Miré a mi madre, que ya estaba de pie a mi lado.

-¿Qué opinas? - Pregunté.

-Él es muy responsable, y trae todo el equipo. Aquellas tablas de isopor y cosas de espumas... Es muy cuidadoso y en cada nuevo ejercicio le pregunta cómo se siente.

-¿Cuántos años tiene?

Mi madre me miró como quien ve a una niña haciendo berrinche.

ma douce prostituéeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora