Maratón 3/?
...38...
POV. LENA
Desperté. Algo me trajo de vuelta, sacándome de aquel lugar y de aquella desesperación torturante. Tosi con fuerza, tratando de respirar otra vez. Confusión. No podía asimilar ninguna información correctamente.
La habitación todavía estaba invadido tímidamente por el morbo del exterior, pero esta vez la realidad que llegaba poco a poco comenzaba a tener más sentido.
-Tranquila...
Intenté deshacerme de los brazos que me sostenían.
Eran brazos fuertes, y aunque la sensación de tenerlos allí pareciera conocida y hasta reconfortante, luché contra ellos, muy perdida para entender.
Tosi más veces, y unas náuseas súbitas me tomaron con fuerza, no podía controlarlas.
Estiré mi cuello a un lado, sin conseguir ver bien, y todo lo que estaba dentro de mi estómago, salió en un chorro de muchas cosas mezcladas y asquerosas. Mi garganta ardía como si fuera fuego, y pude sentir los brazos a mi alrededor aflojar el apretón y una mano agarrando mi cabello en un tipo de cola de caballo, tratando de separar mis mechones, del sudor que cubría mi cara y cuello.
Las náuseas llegaron en olas, y cada onda resultaba en un nuevo chorro de algo malo. Mi cabeza empezó a doler instantáneamente, pero poco a poco fui retomando el control de la situación, vomitando cada vez menos y viendo cada vez mejor, un suelo de madera oscura. Gracias a Dios no era la alfombra.
-Calma princesa... - La voz detrás de mi salió vacilante, temblorosa.
Mi cuerpo entero temblaba. Vomite más. Sin pensar en nada, miré mi mano izquierda, mirando fijamente la alianza fina en mi dedo, pidiendo silenciosamente que no desapareciera de repente. Lo tocaba, tratando de controlar el temblor casi epiléptico, queriendo sentir y cerciorarme que todo era real.
Alivio.
Me dejé caer sin fuerzas en el colchón suave. Estaba sudada de una menera exagerada que no tenía nada que ver con el clima invernal de Londres.
No sabía si temblaba de frío o nervios. Mi cabeza dolía, y conseguí notar que estaba llorando así que abrí mis ojos.
Estaba en estado de shock, despeinada y me sentía inmunda. Kara, como una diosa perfecta y ridículamente hermosa hasta al despertar, me miraba de una manera especial, a mi lado.
Sabía que debía pedirle que se detuviera y se alejara, pero me sentía excepcionalmente exhausta y débil.
En un impulso, me arrojé a su pecho, teniendo cuidado de no acercar mi boca a su piel, y me agarré a ella con desesperación, queriendo sentirla, queriendo estar segura de que ella también era real.
-Fue sólo una pesadilla. - Ella habló con una voz aterciopelada, mientras peinaba los mechones rebeldes de mi cabello que se pegaban en el sudor de mi frente. - Pero me asustaste.
Kara tocó mi espalda con uno de sus dedos y me estremecí. Sentí que jaló el edredón para cubrirnos, así que todo lo que quería ahora era relajarme en sus brazos. Todo estaba bien ahora, y el alivio que llenaba mi pecho como un globo era tan reconfortante que podía incluso meditar.
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ma douce prostituée
Historical FictionMi Dulce Prostituta (Adaptación Supercorp) Kara es una mujer muy hermosa rubia de ojos azules posee algo en especial que la hace diferente a las demás. Debido a un problema en su gestación, ella nació con un órgano sexual masculino. Lena es una he...