Capitulo 53

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...53...

POV. LENA

-¡Hola, mi amor! - Kara habló de manera alegre mientras entraba por la puerta principal y se arrojaba en el sofá a mi lado. Como siempre hacía, me dio un beso cariñoso en los labios y, siguiendo su reciente manía, levantó mi sudadera y besó mi vientre, hablando con nuestra bebé. - Hola, princesa.

-Tardaste hoy. - Dije, olvidando la película que pasaba en la televisión, rogando para que mi voz no hubiera mostrado toda la hostilidad y la ansiedad dentro de mí.

-Tuve varias reuniones de emergencia. - Kara respondió. - ¿Te dio mucho trabajo hoy?

-No, fue un día tranquilo. No vomité. - Respondí, observando como sus manos agarraban mi cintura y besaba una vez más mi vientre. Su nariz hizo un poco de cosquillas en mí, así que me estremecí. Mi escalofrío, no pasó desapercibido por ella.

-Que bueno. - Dijo, mientras se alejaba repentinamente. Sentí el rechazo otra vez, y nuevamente contuve las ganas de llorar y agredirla. - Voy a ducharme. El día fue agotador...

-Como todos los demás. - Dije de manera amargada, Kara notó mi mal humor, pero no dijo nada, simplemente se levantó y se fue a la habitación.

Fue la ducha más larga que Kara tomó desde que comencé a vivir con ella. O tal vez estaba durando lo que sus duchas solían durar, pero dado mi estado de ansiedad, ella parecía estar encerrada en el baño hacía unas semanas. Estaba a punto de golpear la puerta, fingiendo que me sentía mal, pero me contuve. Esperé pacientemente -o casi- sólo queriendo que Kara saliera pronto y disminuyera mi ansiedad. Necesitaba conversar con ella.

Caminé por la habitación, tratando de contenerme. Estuve así por unos minutos, hasta que finalmente Kara tuvo la bondad de salir del baño.

-¿Esta todo bien? - Preguntó, observándome, yo estaba en un rincón de la habitación, con los brazos cruzados.

-Quiero que te sientes. - Dije, sin rodeos.

-¿Por qué? - Kara replicó, su voz sonando un poco preocupada.

-Porque quiero conversar contigo.

Kara me miró ansiosa, así que tomada por la curiosidad, se sentó al final de la cama, sólo para que yo hablara pronto.

-¿Qué pasó? ¿Se trata de la bebé?

-No, ella está muy bien. - Respondí, sintiendo que mi sangre comenzaba a hervir.

-Entonces, ¿de que se tratá? ¿necesitas algo?

La miré por un momento, tratando de encontrar las palabras correctas para decir lo que quería.

-Quiero... Quiero una cosa.

-¿Qué es? - Se apresuró a hablar. - Sea lo que sea, sabes que puedes pedirlo...

-Quiero sexo.

Eso puede haber parecido un poco inapropiado, pero no me importó mucho. Lo importante era que ella entendiera claramente lo que quería, de la manera más clara posible.

Como Kara no respondió, finalicé mi pequeño discurso.

-Ahora, si es posible.

ma douce prostituéeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora